Científicos han investigado los mecanismos posibles a través de los cuales las vacaciones pueden causar efectos directos de protección sobre la salud.
Sufriríamos menos enfermedades si tomáramos nuestras vacaciones en lapsos cortos y frecuentes, a esa conclusión ha llegado Pierre Delbarre, médico del Hospital Cochin Park Royal de Paris en Francia.
El especialista recomendó que las personas tomen al menos dos o tres periodos de vacaciones de entre ocho y diez días por año. Agregó que las clásicas escapadas de fin de semana también son positivas.
Los efectos que tienen las vacaciones sobre la salud también dependen mucho de la persona, pues "en esos espacios deberíamos encontrarnos a nosotros mismos y realizar actividades que aporten a la vida en lugar de perdernos" dijo el médico.
Otro estudio científico, realizado por Jeroen Nawijn, revela que las quejas por salud suelen surgir a las dos semanas de volver de unos días de descanso, es decir, cuando comienzan a desaparecer los síntomas positivos que producen las vacaciones.
Sin embargo, una investigación realizada en la Universidad de Toronto en Canadá señala que el efecto positivo del descanso se puede prolongar teniendo una experiencia intensa o distinta poco antes de terminar las vacaciones, sean éstas de una o de dos semanas.
Por su parte, Charlotte Fritz, de la Universidad Técnica de Braunschweig en Alemania señala que durante las vacaciones lo mejor son las "experiencias de aprendizaje", pues haciendo un curso de idiomas o de alpinismo, podrían disminuir los niveles de agotamiento y reducir el estrés laboral.
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