Los investigadores señalan que el efecto de esa reacción inadecuada, será más pronunciado si el pequeño muestra con frecuencia emociones negativas como la ira y temor social.
Una investigación de la Universidad de Illinois en Estados Unidos, revela que castigar a los hijos por una rabieta puede conducirlos a problemas de comportamiento, ansiedad o retraimiento.
Los investigadores señalan que el efecto de esa reacción inadecuada, será más pronunciado si el pequeño muestra con frecuencia emociones negativas como la ira y temor social.
Nancy McElwain, profesora que participó en el estudio, señala que los niños, más que las niñas, necesitan la ayuda de sus padres, algo que, a menudo, se manifiestan a través de las emociones como el enfado o temor.
"Cuando los padres castigan a sus niños por tener rabietas o miedos, los niños aprenden a ocultar sus emociones. Esto a futuro puede convertir a los menores en personas cada vez más ansiosas", indica el estudio.
Por ello los expertos recomiendan que los padres deben enseñar a sus hijos a regular y expresar sus emociones en lugar de enviarlos a su habitación para trabajar a través de sus sentimientos por su cuenta.
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