Aunque esta bacteria infecta a personas que están afectadas por enfermedades, existe un riesgo de que evolucione y suponga una amenaza para la salud pública mundial.
Un grupo de científicos liderado por expertos australianos logró descodificar los genes de la bacteria Klebsiella pneumoniae (KP), presente en los hospitales y que es resistente a los antibióticos, publica este martes un estudio.
"La bacteria es capaz de evolucionar y adquirir nuevos genes. Analizamos 300 cepas diferentes y por cada segundo en que mirábamos una, ésta era completamente nueva. Eso nos dice que hay una gran diversidad y no sabemos realmente como afrontarla", dijo la jefa de la investigación, Kathryn Holt, de la Universidad de Melbourne.
La científico del Instituto Bio21 explicó que si bien en la mayoría de los casos la KP infecta a personas que están afectadas por enfermedades, existe un riesgo de que la súperbacteria evolucione y suponga una amenaza para la gente saludable, según un comunicado de la Universidad de Melbourne.
"Hasta el momento hemos tenido mucha suerte de que la mayoría de las cepas resistentes a los antibióticos no son altamente virulentos en los humanos, pero desafortunadamente las cepas de la Klebsiella son buenas en intercambiar genes que son resistentes a los antibióticos y es una cuestión de tiempo", agregó Holt.
Para el estudio, los científicos de la Universidad de Melbourne se contactaron con 37 instituciones de todo el mundo para recolectar 300 cepas o bacterias aisladas de la KP, según un comunicado de esta centro de estudios australiano.
Después secuenciaron los genomas de las 300 cepas de referencias para determinar qué características están asociadas con las cepas más mortíferas del KP, entre ellas la KPC que ha causado estragos en los hospitales del estado australiano de Victoria, así como en las Américas, Europa, África y Asia.
El estudio, publicado en la revista científica "Proceedings of the National Academy of Sciences", supone la recolección genética más grande e importante de los patógenos bacteriales del KP y proporciona información importante sobre cómo muta y se adapta a nuevos nichos para diversificarse.
También abre las puertas para el diseño de nuevas vacunas para prevenir su contagio, más que tratarla, según el comunicado de la Universidad de Melbourne.
Los investigadores están preocupados, debido a la facilidad con la que las diferentes cepas pueden compartir información, de que se vuelvan más resistentes y se genere una situación en que sea intratable.
El coautor del estudio, Dick Strugnell, también de la Universidad de Melbourne, explicó que la KP ha desarrollado una especie de capa pegajosa azucarada "que previene que se seque y contribuye a la formación de 'biopelículas' de la bacteria que son difíciles de remover de los hospitales mediante los métodos tradicionales".
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