Las mujeres tienen un mundo muy amplio de fantasías sexuales, con las que buscan satisfacer deseos prohibidos o que le resultan bochornosos.
Las fantasías en su acepción más amplia son una forma de “soñar despierto”, en el que se visualizan deseos muchas veces no cumplidos o considerados inalcanzables. De esa forma, tanto varones como mujeres buscan de alguna forma estimularse y hacer realidad actos que le resultan prohibidos o bochornosos.
Llevado al plano sexual, las fantasías tienen como característica el que la persona decide ser participante o espectador, según explicó la psicóloga y sexóloga argentina Andrea Gómez al portal del diario Clarin.
La especialista analizó específicamente las fantasías sexuales de las mujeres, partiendo desde el hecho de que por razones de género ellas han sido educadas con más represiones que los varones. No obstante, resalta que la imaginación de las féminas ha variado, pasando de deseos muy románticos a otros más trasgresores.
La sexóloga explicó que las mujeres tienen un mundo muy amplio de fantasías sexuales, que abarcan desde sus expectativas sobre la primera relación sexual, el primer beso o encuentros furtivos y excitantes.
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