En el Perú las empresas pierden alrededor de US$ 2,800 anuales por cada trabajador debido a la incidencia de este mal.
Hace algunos años Naciones Unidas reconoció que el estrés es la enfermedad del siglo XXI. En el Perú, se ha estimado que las empresas pierden alrededor de US$ 2,800 anuales por cada trabajador debido a la incidencia de este mal que produce reducción de la productividad, ausentismo, alta rotación laboral y el incremento de los accidentes de trabajo.
Estamos sin duda ante un trastorno que tiene que ver con exigencias profesionales cada vez mayores y un ritmo de vida que prácticamente no concede pausa.
Sobre las causas, efectos y posibilidades de manejo del estrés laboral, la American Psychological Association (APA) ha publicado un artículo oportuno y revelador. Presentamos los extractos más importantes.
Toda persona que desempeña un trabajo, en algún momento, ha sentido una presión vinculada a sus quehaceres. Cualquier tipo de trabajo conlleva elementos estresantes, incluso cuando uno disfruta de lo que hace. Estas sensaciones aparecen al acercarse la fecha límite de entrega de alguna tarea o cuando nos vemos obligados a cumplir con un reto. Sin embargo, cuando el estrés se convierte en algo crónico deviene en una amenaza tanto para nuestra salud física como emocional.
Fuentes frecuentes de estrés laboral
- Salarios bajos
- Carga laboral excesiva
- Pocas oportunidades de crecimiento o mejora
- Un trabajo que no compromete ni propone desafíos
- Falta de apoyo social
- No tener suficiente control sobre las decisiones laborales
- Demandas conflictivas o expectativas de desempeño poco claras
Efectos del estrés no controlado
No es sencillo que las presiones de trabajo desaparezcan cuando se está camino a casa. De modo que si el estrés persiste, habrá que pagar una suerte de peaje por nuestra salud y bienestar.
En el corto plazo, un ambiente laboral estresante puede provocar dolores de cabeza, dolores de estómago, disturbios en el sueño y dificultades de concentración. El estrés crónico, no obstante, con frecuencia deriva en ansiedad, insomnio, hipertensión y debilitamiento del sistema inmunológico. También puede contribuir a generar depresión, obesidad y problemas cardíacos.
Consejos para controlar el estrés:
1.-Identifica las fuentes de estrés
Elabora un diario de una o dos semanas para identificar las situaciones que te generan mayor estrés y la forma en que respondes a ellas. Desarrolla respuestas saludables.
2. Establece límites
En el mundo digital de hoy, es probable que sintamos la presión de estar disponibles las 24 horas del día. Es importante delinear fronteras trabajo-hogar y explicitar que no es posible responder emails ni contestar el teléfono a cualquier hora del día.
3. Tómate un tiempo para recargarte
Para impedir los efectos negativos del estrés crónico, necesitamos un tiempo para limpiarnos y volver con la plenitud anterior.
4. Aprende a relajarte
Técnicas como las de meditación y ejercicios de respiración profunda y liberación mental (que supone observar experiencias reales sin juzgarlas) diluyen el estrés. Habla con tu supervisor.
5. Busca ayuda
Aceptar la ayuda de la familia y amigos confiables incrementará tu capacidad de controlar el estrés.
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