Hay que recordar que el consumo de alimentos ricos en agua, vitaminas, sales minerales y sustancias antioxidantes, como las verduras, ayuda a mantener una piel saludable y protegerla de los efectos negativos del sol durante el verano.
Una ensalada es un plato altamente nutritivo y saludable y por el que cada día las personas están optando más, sin caer en el veganismo, claro está.
Y es que sus insumos, hortalizas por lo general, tienen propiedades muy beneficiosas para el cuerpo. David Gasol, nutricionista especializado en veganismo y consultor macrobiótico, explica que las ensaladas verdes son ricas en vitaminas A, C y E, fundamentales para prevenir el envejecimiento de las células.
“También aportan vitaminas del grupo B. Por ejemplo, el famoso ácido fólico, muy necesario para varios procesos vitales, entre ellos, la gestación”, añade.
En ese sentido, el ElPais.com conversó con el presidente de la Fundación Española de Dietistas-Nutricionistas (FEDN), Giuseppe Russolillo, quien detalló cuáles son los ingredientes verdes más aconsejables y explicó sus grandes beneficios para la salud.
Col:
Rica en vitamina C, protege a las células de la oxidación y contribuye al buen funcionamiento de los sistemas nervioso e inmunitario. Fuente de ácido fólico (reduce el cansancio y la fatiga), contribuye a la absorción del hierro y es rica en fibra. También reduce los niveles sanguíneos de colesterol total y de colesterol malo (LDL). Sin embargo, a algunas personas podría producirles flatulencias y molestias digestivas leves, si la consumen en exceso.
Escarola:
"Una ración de escarola aporta el 30% de vitamina A y el 25% del ácido fólico que necesitamos a diario. Una ingesta insuficiente de este último compuesto puede producir anemia megaloblástica, y su falta durante el embarazo se asocia con un alto riesgo de malformaciones congénitas fetales (espina bífida, problemas cardiacos, labio leporino). Su consumo ayuda a reducir riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer".
Espinacas:
"Un plato aporta el 150% de la vitamina A necesaria al día (ideal para el crecimiento), el 100% del ácido fólico, más del 50% de la vitamina C y el 30% de la vitamina E. Contienen, además, gran cantidad de luteína y zeaxantina, cuya presencia en la sangre reduce el riesgo de padecer algunas enfermedades cardiovasculares. Las espinacas son también fuente de magnesio y de hierro, necesario para el transporte normal del oxígeno por parte de nuestras células".
Lechuga:
"La clásica lechuga es fuente de vitamina A (en forma de beta-carotenos) y de ácido fólico. Una ración de lechuga aporta el 45% de la vitamina A que necesita el organismo diariamente (mantenimiento de células, crecimiento óseo, regulación de piel y mucosas). También es rica en fibra, que ayuda a un correcto funcionamiento intestinal".
Achicoria:
"Su sabor ligeramente amargo se debe a los compuestos químicos lactucina, lactucopricrina e intibina. Aporta pequeñas cantidades de minerales y vitaminas y es considerada fuente de ácido fólico. Como se consume generalmente cruda no se pierden nutrientes. Aunque es originaria de Europa y no muy popular por esta región, la achicoria aporta un tercio del ácido fólico que el organismo necesita para funcionar correctamente.
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