Debemos entender por qué nuestros hijos se comportan mal.
Las imágenes de una mujer golpeando a su hijo de tres años en Pueblo Libre indignaron al país por su crudeza y frialdad. Lamentablemente, muchos padres consideran adecuado golpear a sus hijos con el fin de educarlos. Según el último boletín estadístico del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, 10 mil 251 menores de 17 años han sido atendidos este año por agresiones. 36% reportó violencia psicológica, 30% manifestó ser víctima de agresiones físicas y 34% denunció haber sufrido violencia sexual.
Círculo de violencia. Según la psicóloga clínica Maribel Briceño, los padres golpean a sus hijos porque ellos también fueron víctimas de violencia familiar, y aprendieron que es factible educar con violencia. “Ante una agresión, los niños dejan de comportarse mal por miedo a volver a ser maltratados, no porque entiendan que hayan hecho algo malo. Ellos se llenan de culpa, resentimiento y tristeza, lo cual desencadena luego depresión y ansiedad.”
Falta de autocontrol. Asimismo, la agresión hacia los menores también se da porque los padres tienen conflictos no resueltos, y se desahogan con sus hijos. “Estamos hablando de padres que no saben controlar su ira ni su frustración. Están estresados por el trabajo y se desahogan con sus hijos”, explica Briceño.
Entender el mal comportamiento. Ante esta situación, la terapeuta familiar recomienda a los padres tener mayor autocontrol de sus emociones y tratar de entender el comportamiento inadecuado de sus hijos, con el fin de hacerles entender que están actuando mal. “Los niños se portan mal con el fin de expresar una situación que los atormenta, es su manera de comunicarse. Puede ser por la muerte de un ser querido, una mudanza o por vivir en un ambiente caótico que les afecta. Ellos no pueden verbalizar sus emociones”, finalizó Briceño.
Comparte esta noticia