También se presenta la vigorexia, un trastorno alimenticio caracterizado por una preocupación obsesiva y una distorsión de las características físicas de los varones.
Las atenciones por anorexia y bulimia a los adolescentes que oscilan entre los 13 y 17 años de edad se han incrementado en un 20 por ciento más este año en la ciudad, a diferencia del mismo periodo del año anterior, informó el médico psiquiatra Rolando Pomalima, del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado Hideyo Noguchi.
Explicó que por cada 8 a 10 mujeres adolescentes, un varón presenta problemas de trastornos de la conducta alimentaria. "Últimamente se presentan casos de vigorexia, un trastorno alimentario caracterizado por una preocupación obsesiva y una distorsión de las características físicas. Los enfermos se ven enclenques o esqueléticos, a pesar de tener un buen desarrollo muscular. Este tipo de casos se presenta en varones", explicó.
En los últimos 10 años, el número de casos con trastornos de conducta alimentaria se ha incrementado en ocho veces, pasando de los 10 casos que el Instituto Honorio Delgado reportó en 1998, a 80 casos atendidos en el 2008.
Apoyo familiar
Según el especialista, la precocidad del diagnóstico es vital para garantizar la recuperación del paciente. Pomalima refiere que es la propia persona y sus familiares quienes dificultan en muchas ocasiones el diagnóstico y tratamiento, porque se niegan a reconocerlo, considerándolo como un capricho de su hija(o).
En ese sentido, sostuvo que es necesario que el paciente y sus familiares tomen consciencia de la situación, teniendo como base el apoyo familiar y un buen trato por los profesionales que los atienden.
Actualmente, el Instituto Nacional Honorio Delgado Hideyo Noguchi cuenta con un programa especializado para este tipo de enfermedades, el cual busca fomentar un espacio en el que tanto la madre, padre e hijas(os) sinceren sus sentimientos y se escuchen, para enfrentar un problema que puede tardar años en resolverse, ya que el estado mental y físico en este tipo de pacientes se afecta en gran medida.
Según el especialista, las anoréxicas distorsionan la realidad, nunca creen estar demasiado flacas, se proponen bajar kilos, se vuelven retraídas, inseguras y poco tolerantes a la frustración. Por otro lado, las bulímicas desarrollan conductas impulsivas, se vuelven extrovertidas y propensas a consumir sustancias adictivas (drogas), anotó el especialista.
A fin de orientar las consultas de los pacientes y familiares y brindarles consejería, el Ministerio de Salud cuenta con profesionales especializados que atienden a través de la línea gratuita 0800-10828.
Explicó que por cada 8 a 10 mujeres adolescentes, un varón presenta problemas de trastornos de la conducta alimentaria. "Últimamente se presentan casos de vigorexia, un trastorno alimentario caracterizado por una preocupación obsesiva y una distorsión de las características físicas. Los enfermos se ven enclenques o esqueléticos, a pesar de tener un buen desarrollo muscular. Este tipo de casos se presenta en varones", explicó.
En los últimos 10 años, el número de casos con trastornos de conducta alimentaria se ha incrementado en ocho veces, pasando de los 10 casos que el Instituto Honorio Delgado reportó en 1998, a 80 casos atendidos en el 2008.
Apoyo familiar
Según el especialista, la precocidad del diagnóstico es vital para garantizar la recuperación del paciente. Pomalima refiere que es la propia persona y sus familiares quienes dificultan en muchas ocasiones el diagnóstico y tratamiento, porque se niegan a reconocerlo, considerándolo como un capricho de su hija(o).
En ese sentido, sostuvo que es necesario que el paciente y sus familiares tomen consciencia de la situación, teniendo como base el apoyo familiar y un buen trato por los profesionales que los atienden.
Actualmente, el Instituto Nacional Honorio Delgado Hideyo Noguchi cuenta con un programa especializado para este tipo de enfermedades, el cual busca fomentar un espacio en el que tanto la madre, padre e hijas(os) sinceren sus sentimientos y se escuchen, para enfrentar un problema que puede tardar años en resolverse, ya que el estado mental y físico en este tipo de pacientes se afecta en gran medida.
Según el especialista, las anoréxicas distorsionan la realidad, nunca creen estar demasiado flacas, se proponen bajar kilos, se vuelven retraídas, inseguras y poco tolerantes a la frustración. Por otro lado, las bulímicas desarrollan conductas impulsivas, se vuelven extrovertidas y propensas a consumir sustancias adictivas (drogas), anotó el especialista.
A fin de orientar las consultas de los pacientes y familiares y brindarles consejería, el Ministerio de Salud cuenta con profesionales especializados que atienden a través de la línea gratuita 0800-10828.
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