Las consecuencias de esta operación en jóvenes de temprana edad no solo son físicas sino también emocionales.
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Una realidad que se ve ahora en poblaciones más jóvenes: quinceañeras a nivel nacional piden como regalo de cumpleaños- y a cambio de la tradicional fiesta- una cirugía plástica de aumento de mamas.
El tema principal de la novela Sin senos no hay paraíso pone a la luz un problema de la nueva sociedad: adolescentes que buscan tener el cuerpo que desean por medio de cirugías que ponen en peligro no solo su salud física sino también mental. Una realidad que se ve ahora en poblaciones más jóvenes: quinceañeras a nivel nacional piden como regalo de cumpleaños- y a cambio de la tradicional fiesta- una cirugía plástica de aumento de mamas. Liliana Tuñoque, psicóloga de la Clínica Internacional, comenta que esta es un tendencia peligrosa en juventud.
“Desde el punto de vista psicológico, no es recomendable que una chica a esa edad se someta a una cirugía plástica. Número uno, porque está todavía en un tema de desarrollo tanto físico como emocional. Son chicas que a esa edad todavía están muy inestables, emocionalmente inmaduras, con un cambio de opinión y de decisión constante. Salvo en una decisión no tanto estética sino médica, por ejemplo, un caso oncológico, podría darse el caso de darse una mamoplastía, pero sino no es recomendable. Porque, emocionalmente no están preparadas para una intervención de ese tipo”, comenta la psicóloga.
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La especialista explica que son varios los factores que pueden llevar a las jóvenes a tomar la decisión de aumentarse la talla del busto.
Pero, ¿qué esconde esta decisión? La especialista explica que son varios los factores que pueden llevar a las jóvenes a tomar la decisión de aumentarse la talla del busto. “En primer lugar, una baja autoestima. Son chicas que de alguna forma u otra, no están contentas con ellas mismas. Entonces siempre están buscando una ayuda externa o algo externo que las gratifique, que las haga sentir mejor”, dice.
Otro factor es un problema de inseguridad dentro de su familia y grupo de amigos. “A veces tienen modelos a seguir, en la publicidad, la televisión, un artista preferido. Entonces, tienden a tener un modelo al que quieren imitar o llegar a ser como ellas. Entonces, se someten a ese tipo de cirugías”, explica.
“También se da en chicas que quieren ser aceptadas por el grupo. No es una real convicción, sino que lo hacen para ser integradas al grupo, por eso es muy importante, en estos casos, el papel de los padres”, afirma Tuñoque.
Los padres deben tener comentarios y consejos responsables para el bienestar de sus hijos. “Con mucha responsabilidad, con mucha seriedad. Hablar del tema, plantearle a los hijos los pros y contras de esa decisión: que sepan que no es un juego y dejarles en claro que una vez que se realice la cirugía va a ser difícil revertirla y si se pretende revertir va a ser sumamente riesgoso”, menciona.
“Puede desencadenar otros cuadros clínicos, por ejemplo, una depresión. Por ejemplo, la chica que se somete a la cirugía y esta no cumple con sus expectativas o puede, incluso, dañar más su autoestima. Entonces es una situación de riesgo”, finaliza.
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