Tanto profesores como padres de familia pueden ayudar a los niños a superar esta etapa. Son varios los factores por los cuales los pequeños se orinan en el salón de clases.
Son varios los factores por los cuales los pequeños se orinan en el salón de clases. “Puede estar relacionado a situaciones estresantes en el ambiente escolar que generan ansiedad, temor o vergüenza”, explica Horacio Vargas, psiquiatra del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado Hideyo Noguchi.
De modo que el ingreso a un nuevo centro educativo, la presencia de un profesor estricto o encontrarse en un ambiente de estudios muy rígido, puede generar que los niños se resistan a pedir permiso para ir al baño y prefieran quedarse en sus asientos, antes de interrumpir la clase y salir del aula.
Si ocurre esta situación, tanto los profesores como padres de familia “deben evitar juzgar, avergonzar o maltratar al niño y más bien, deben considerar la evaluación por un especialista (ya sea pediatra, psiquiatra y/o psicólogo), para saber si la falta de control de la orina es de origen orgánico o emocional”, indica Vargas.
Enuresis es el nombre que recibe la incapacidad para controlar la orina. “La mayoría de niños la controlan entre el año y medio y los 2 años de edad, sin embargo algunos pueden demorar hasta los 5 años (explica el médico). Cuando se pasa de esta edad, la situación ya es patológica”.
El retraso en el control del esfínter vesical puede estar influido por la forma cómo se enseña al menor, a controlar la orina, explica Vargas quien es Director de la Dirección Ejecutiva de Investigación, Docencia y Atención Especializada de Niños y Adolescentes (DEIDAE), del Noguchi.
Si el método fue obligarlo a quedarse sentado en la taza del baño, sin tener la necesidad de orinar o defecar, o castigarlo física o psicológicamente, por pequeños accidentes, es probable que el menor tenga problemas de control de orina o heces, incluso, después de los cinco años.
Tanto los profesores como los padres de familia pueden ayudar a los niños a superar esta etapa. Los padres deben brindar seguridad a sus hijos, ante las nuevas situaciones que presentan en el nido y en los colegios, además de mantener un ambiente de calma en el hogar.
Hay que recordar que las discusiones entre los padres, pueden generar que el niño se orine para llamar la atención o porque siente la carencia de afecto. Es decir, que lo que sucede en el hogar es importante para su estabilidad en el centro educativo.
De otro lado, los profesores, además de no ridiculizar a los pequeños, deben controlar la situación ante los compañeros de clase: no incentivar las burlas y más bien, identificar en qué casos el menor se orina y así ayudar a que el menor lo supere.
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