¿Cómo hablar con los hijos del "primer amor"?

Hablar del primer amor en la adolescencia es un tema muy complejo, refiere la psicóloga del hospital Sisol de Surquillo, Martha Echegaray, ya que provoca reacciones diversas en los padres, que pueden llegar a marcar la vida de nuestros hijos.

El haberlos visto crecer y acompañarlos en cada etapa de su desarrollo se ve alterado cuando los hijos crecen, se hacen adolescentes y dejan de depender de sus padres, por el contrario les hacen sentir que no los necesitan.

Según la psicóloga, esta esuna situación que le cuesta asumir a los padres, saber que sus hijos están creciendo, que tienen sus propios sentimientos y emociones, y que se pueden enamorar; pero sobre todo, que pueden empezar a tomar decisiones.

A los padres les preocupan varias cosas, expresa la psicóloga. Primero, el hecho de no poder seguir asumiendo el control de sus hijos, porque antes estos obedecían en todo; segundo, que puedan salir embarazadas, especialmente si no hay una orientación sexual previa, y finalmente el que sus hijos se dejen influenciar por esta relación. Aún más cuando el adolescente recién fortalece su identidad y su personalidad.

Pero además señala que está sensación del nido vacío, que se da cuando el padre empieza a sentir soledad por la ausencia de su hijo o hija, es un problema derivado de la falta de  comunicación natural y abierta.

La especialista del Sisol recomienda a los padres dejar de lado los prejuicios y hablar de todos los temas, especialmente de sexo, porque de lo contrario lo aprenderán por otras personas y distorsionadamente.

¿Qué preferimos, que nuestros hijos aprendan de nosotros o que lo aprendan de la calle? Se pregunta la psicóloga, quien reafirmó que los padres deben ser conscientes de su rol en relación a sus hijos adolescentes, que viven quizás la etapa más difícil de la vida, enfrentándose a nuevas sensaciones y emociones.

Finalmente, Echegaray dijo que pese a que la etapa de la adolescencia es difícil, sobre todo por situaciones como el embarazo, esta puede prevenirse con la confianza mutua, abordando los temas de manera natural, para que los hijos lo entiendan y no haya temor a preguntar. Aquí los padres deben mantener siempre una actitud abierta.