La flema está asociada a la bronquitis, que es la inflamación de los conductos que llevan el aire a los pulmones.
La flema junto con la tos persistente y el ronquido del pecho son los síntomas más saltantes de la bronquitis, que es la inflamación de los conductos que llevan el aire a los pulmones (tráquea, laringe y bronquios).
El médico pediatra Jorge Abel Salinas explicó que esta bronquitis es más frecuente por cuadros virales y dijo que en el caso de que haya presencia de gérmenes bacterianos sí sería necesario el uso de antibióticos, pues el malestar se presenta durante 6 a 8 semanas.
Sobre la preocupación que genera la dificultad para expectorar la flema, esta mucosidad pegajosa que se arroja por la boca y que genera dificultades para respirar, dio algunos consejos para poder diluirla o expectorarla, destacando que -en principio- no es necesario que nuestra alimentación se modifique sino que la clave es tomar muchos líquidos.
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