Detectar a tiempo los cambios en la visión es clave para evitar molestias y mejorar la calidad de vida. Conoce las señales que indican cuándo es necesario usar lentes y qué factores influyen en la pérdida de enfoque.
Leer letras pequeñas, enfocar la pantalla del celular o simplemente distinguir detalles de cerca pueden convertirse en una tarea difícil con el paso del tiempo. Muchas personas comienzan a notar estos cambios antes de los 40 años, pero no siempre es fácil identificar el momento exacto en que se necesita una corrección visual.
Uno de los principales factores que influyen en esta dificultad es el envejecimiento del cristalino, la estructura del ojo que permite enfocar a distintas distancias. A medida que pasan los años, pierde flexibilidad, volviéndose más rígido y afectando la visión cercana. Este proceso natural es conocido como presbicia y forma parte del envejecimiento ocular, según explica el Dr. Walter Benítez, médico oftalmólogo.
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El papel del cristalino en la visión
El cristalino es una lente natural que se encuentra detrás de la pupila y tiene la función de modificar su forma para enfocar los objetos según la distancia. "Es blando cuando somos jóvenes, pero a medida que avanza la edad, se pone duro y dificulta la capacidad para leer", explica el Dr. Benítez. Esta rigidez progresiva impide que el ojo pueda ajustar el enfoque con la misma rapidez y eficacia que antes.
Factores como la exposición al sol sin protección, una dieta pobre en antioxidantes y el envejecimiento natural pueden acelerar este proceso. "Quienes se exponen al sol, los que no consumen antioxidantes y quienes no incluyen verduras en su dieta, por ejemplo, van a envejecer más rápido su cristalino", agrega el especialista.
Señales de que necesitas lentes
Detectar el momento en el que se necesita una corrección visual es clave para evitar molestias y mantener una buena calidad de vida. Algunas señales que indican que podría ser necesario el uso de lentes incluyen:
- Dificultad para enfocar de cerca, lo que obliga a alejar los objetos para verlos mejor.
- Fatiga ocular o dolores de cabeza después de leer o usar pantallas por mucho tiempo.
- Pérdida de nitidez en la visión nocturna, especialmente al conducir.
- Necesidad de más luz para realizar actividades cotidianas como leer o coser.
- Sensación de cansancio visual o lagrimeo frecuente.
Si estos síntomas aparecen de manera recurrente, es recomendable acudir a un oftalmólogo para una evaluación. El especialista podrá determinar si es necesario el uso de lentes y cuál es la mejor opción según cada caso.
La importancia de un examen visual
La presbicia es una condición progresiva y natural que afecta a todas las personas con el paso del tiempo. Aunque su inicio varía según cada individuo, la revisión oftalmológica periódica es clave para detectar cualquier problema visual a tiempo. Usar lentes adecuados no solo mejora la calidad de visión, sino que también ayuda a prevenir la fatiga ocular y otros malestares asociados con el esfuerzo visual constante.
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