El Parkinson es una enfermedad degenerativa crónica que se manifiesta generalmente por temblores incontrolables.
¿Sabes qué tienen en común Muhammad Ali, exboxeador estadounidense que ganó el título de campeón indiscutido de la categoría de los pesos pesados en 1964, a la edad 22 años y Gerardo Manuel, uno de los mayores impulsores del rock en el Perú?, que ambos sufren de Parkinson.
Hoy es el Día Mundial contra el Parkinson, y fue establecido en 1997 por la Organización Mundial de la Salud con el objetivo de acrecentar la preocupación hacia las necesidades de las personas aquejadas de esta dolencia.
La fecha, tiene como propósito el coincidir con el nacimiento de James Parkinson, el médico británico que describió por primera vez la enfermedad como “parálisis agitante”.
El mal de Parkinson, es un trastorno degenerativo que provoca temblor o rigidez en las extremidades, debido a que las neuronas que producen la dopamina, la cual envía señales al cerebro que ayudan a coordinar los movimientos corporales, mueren o no funcionan adecuadamente.
Temblor, torpeza, pérdida de equilibrio, lentitud y experimentar bloqueos, tanto físicos como de expresión, suelen ser los síntomas más característicos de la enfermedad. Pero también disfunción sexual o alteraciones de sueño. Además, hasta un 15% de los pacientes en tratamiento pueden desarrollar trastornos del control de los impulsos: hipersexualidad, ludopatía, adicción a las compras, tendencia a comer compulsivamente.
¿El origen? Un misterio. Aún se desconoce en un 85%, según la sociedad Española de Neurología. Un 10% de los casos se consideran de origen genético y el 5% restante podría tener un origen ambiental o tóxico.
En la actualidad, no hay cura para estaa enfermedad. Pero uno de los tratamientos más utilizados es: La levodopa, que se utiliza desde hace más de 40 años, y sigue siendo el tratamiento más eficaz para la enfermedad. También llamada L-dopa, es empleada por el organismo para fabricar dopamina y volver a llenar el suministro cerebral decreciente.
El Parkinson suele comenzar alrededor de los 60 años, pero puede aparecer 30 años antes y es mucho más común entre los hombres que entre las mujeres.
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