Un estudio reciente afirma que el cigarrillo electrónico ayuda a abandonar el cigarrillo de tabaco, pero con control médico. Sin embargo, otra investigación señala que eleva probabilidad de sufrir de infarto cardíaco y derrame cerebral.
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Un cigarrillo convencional de tabaco puede contener hasta 4.000 sustancias químicas, además está relacionado no solo a varios tipos de cáncer como el de la boca, garganta, esófago, útero, vejiga y el riñón, sino a enfermedades cardiovasculares. Para evitar ese tipo de daños a la salud mucha gente procura usar los populares cigarrillos electrónicos para abandonar el tabaco. Pero ¿serán efectivos estos aparatos?
Una investigación inglesa acaba de responder esta respuesta a medias. El cigarrillo electrónico sí ayuda, pero con un margen de efectividad mínima. En la Revista Médica de Nueva Inglaterra se realizó un experimento con 900 fumadores a los que se les dividió en dos grupos: un colectivo recibió el cigarrillo electrónico. Al otro le dieron chicles, parches y aerosoles de nicotina.
El fin era contrastar los resultados de efectividad de ambos tratamientos para abandonar el cigarrillo de tabaco. Se les conoce como estudios de confrontación directa y a largo plazo, definió el Consejero Médico de RPP Noticias, Elmer Huerta, en el programa La Rotativa del Aire.
Principales resultados
Al año de haberse dado el estudio, se logró concluir que el 18% de los que usaron los cigarrillos electrónicos dejaron de fumar y en el caso del otro grupo con diferentes tratamientos solo se logró que 10% abandone el tabaco.
“El cigarrillo electrónico fue casi el doble de efectivo en hacer dejar de fumar a las personas”, precisó Huerta. Sin embargo, el porcentaje de 18% a favor del cigarrillo electrónico es mínimo. Además, agrega el Consejero Médico que los cigarrillos electrónicos también tienen efectos dañinos en el cuerpo humano.
Según otra publicación difundida en la web científica LiveScience, se explica que los que fuman cigarrillos electrónicos tienen hasta 70% de posibilidades de presentar derrames cerebrales y 60% de presentar infartos cardíacos.
Huerta informa que la conclusión de los investigadores ingleses es la siguiente: “los cigarrillos electrónicos podrían ser usados bajo condiciones controladas, bajo supervisión médica, como un ayudante para que la persona deje de fumar tabaco habitual. Pero que (una persona) vaya del cigarrillo de tabaco a cigarrillo electrónico no es más saludable, a menos que sea controlado y por corto tiempo”, alertó.
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