Según los resultados de la investigación, la actividad física aumenta la eficiencia de la actividad cerebral asociada con la memoria.
Un estudio publicado en la revista Journal of Alzheimer"s Disease, encontró que el ejercicio físico mejora la función cognitiva en personas con riesgo de padecer alzhéimer o con síntomas de pérdida de memoria.
Según los resultados de la investigación, la actividad física aumenta la eficiencia de la actividad cerebral asociada con la memoria.
Tras 12 semanas de ejercicio moderado, adultos mayores de 70 años de edad experimentaron mejoras visibles en su memoria (incluida la que permite recordar nombres de persona, una de las primeras habilidades que se pierden con la demencia) y sus capacidades cognitivas.
De hecho, tras realizar ejercicio asiduamente en ese período de tiempo, los participantes en el experimento necesitaban usar menos neuronas para resolver con éxito pruebas de memoria. Además de que la salud cardiovascular de los sujetos mejoró hasta un 10%.
Los autores concluyen que al alcanzar la tercera edad es necesario hacer ejercicio de intensidad moderada -es decir, una actividad que aumente el rimo cardíaco y haga sudar pero no tan extenuante que impida hablar mientras se practica - todos los días, sumando un total de 150 minutos de actividad física a la semana, para mantenerse mentalmente sano.
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