El dolor muscular puede ser causado por exceso de ejercicio, mala postura y tensión.
Una receta compartida por madres a hijas durante generaciones es que el dolor causado por espasmos musculares, llamados comúnmente calambres, podían ser disminuidos al ingerir suplementos de magnesio.
Sin embargo, un reciente estudio publicado por la revista Medicina Interna de la Asociación Médica de Norteamérica confirmó que dicho mineral no es útil para disminuir los episodios de dolor.
Análisis. Los resultados del estudio concluyeron que el magnesio y otros placebos tienen diferencias “pequeñas, no estadísticamente significativas, y sin heterogeneidad”.
El doctor Elmer Huerta, asesor médico de RPP Noticias, explicó que la investigación confirma que es poco probable que la ingesta de suplementos de magnesio sirva de tratamiento para calambres. “El mineral solo sirve como un placebo y no tiene relación con la disminución de episodios de dolor por espasmos musculares”, dijo.
Causas. Otro estudio concluyente sobre el tema explica el efecto de la suplementación de magnesio en los calambres nocturnos. En la investigación, el consumo oral de magnesio es usado como medio para evitar el dolor muscular, que puede ser causado por exceso de ejercicio físico, mala postura y tensión. Además, la falta de hidratación y sales puede provocar esas molestias.
Otras opciones. El calor favorece a la relajación del músculo tenso, por lo que las compresas de agua caliente pueden ayudar a disminuir la inflamación. Un té de romero también es una buena opción, ya que alivia el dolor.
El potasio es un nutriente ideal para combatir el dolor muscular. Comer plátano antes de hacer ejercicios previene de calambres durante la actividad física. Este alimento agrega también un porcentaje interesante de calcio y magnesio.
Obtención. El magnesio es un elemento importante para la formación de huesos, además de actuar como calmante natural del cuerpo. La falta de magnesio puede presentar debilidad muscular y fatiga. El magnesio puede ser obtenido fácilmente del cacao, almendras, harina de soya, maní, arvejas, legumbres, avellanas, nueces y hortalizas.
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