Un gas químico en dosis altas mata en 5 a 10 minutos. Su uso es ilegal.
Como un 'crimen de guerra' califican la muerte de más de 80 personas en Siria, entre ellos 30 niños, a causa de un ataque químico. Esta cruenta e ilegal forma de ofensiva causa estragos en la salud, deja secuelas y en los casos más graves es exterminante.
Médicos Sin Fronteras (MSF) que asistieron a los heridos, describieron síntomas como: pupilas dilatadas, espasmos musculares y defecación involuntaria. Estas son características presentes en gente que ha sido expuesta a un agente neurotóxico como el gas sarín.
Las armas químicas o también llamados gases nerviosos, precisamente porque afectan al sistema nervioso, producen efectos múltiples en la salud. "El sarín se ingiere por la boca, la piel o se respira va a la unión entre un nervio y un músculo, hace que este se quede paralizado y se contraiga", indicó el doctor Elmer Huerta, asesor médico de RPP Noticias.
"Este veneno hace que los pulmones produzcan una enorme cantidad de moco, que ahoga. La saliva también se produce en cantidad, las pupilas se cierran completamente y hay convulsiones. Si la dosis es muy alta, se fallece en 5 a 10 minutos", agrega el especialista.
La versión más leve de las armas químicas son los insecticidas, es decir, los llamados órganos fosforados, empleados alrededor del mundo. Pero el sarín es mil veces más tóxico, similar al gas VX, el tabún y el somán, entre otros. "Son como súper insecticidas".
Las personas expuestas a estos agentes quedan con secuelas, como problemas al hablar, para ver, y tienen una tardía recuperación neurológica.
Potente efecto. "Doscientos microgramos de este líquido caben en la cabeza de un alfiler y pueden matar en 10 minutos. Esta cantidad se coloca en una bomba, la cual al explota y esparce el gas como aerosol; una vez que cae en la piel, se respira y suceden los efectos".
El dato. La mostaza nitrogenada, usada en la primera y Segunda Guerra Mundial, fue el precursor de la quimioterapia que se utiliza para combatir el cáncer. En los años cuarenta, pacientes con linfoma sometidos a este compuesto, fueron curados de su enfermedad.
Este gas iba en balones y los soldados lo esparcían en las trincheras. "En ese momento ellos solo tenían algo de náuseas y vómito, pero al mes, los soldados que habían respirado el gas mostaza caían muy enfermos, con una severa anemia y eran víctimas de infecciones graves, porque el gas mostaza llegaba a la médula ósea y ésta dejaba de producir sangre".
Ataque químico no es ataque biológico. Lo primero emplea sustancias químicas, mientras que lo segundo se sirve de virus o bacterias que causen enfermedades.
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