El 80% de la radiación UV que recibe nuestra piel se da antes de los 20 años y sus efectos se manifiestan con mayor notoriedad después de los 30 años, sobre todo, a partir de los 50.
Considerando que en el verano la radiación alcanza niveles extremadamente altos elevando el riesgo de cáncer a la piel, los especialistas del Sistema Metropolitano de la Solidaridad (Sisol) recomiendan usar fotoprotectores en función del color de la piel y edad.
Para las personas de piel muy blanca se recomienda aplicarse un fotoprotector de factor 50 a más, y 30 para los de tez trigueña.
"El fotoprotector debe aplicarse desde el hogar, antes de exponerse al sol y volverse emplear en caso de acudir a la playa o piscina, al menos, cada 2 o 3 horas", precisó la doctora Julia Pancorbo, dermatóloga del Sisol de Surquillo.
Para el caso de los niños, la especialista recomienda el uso de filtros físicos que actúan como pantalla en la piel dispersando la acción de los rayos solares.
“Los infantes deben usar fotoprotectores solares para niños, porque la piel de ellos es todavía inmadura y su capacidad de absorción es mayor”, refirió.
En otras sugerencias, Pancorbo recomendó utilizar prendas de algodón, sombreros de ala ancha y lentes oscuros.
Mencionó que el 80% de la radiación ultravioleta que recibe nuestra piel se da antes de los 20 años y sus efectos se manifiestan con mayor notoriedad después de los 30 años y, sobre todo, a partir de los 50.
¿Qué debe contener un fotoprotector?
Los fotoprotectores deben considerar protección UVA (Radiación Ultravioleta A) y UVB (Radiación Ultravioleta B).
- El tipo B se presenta durante el verano y se evidencia a través de cambios agudos como enrojecimiento y quemaduras en la piel.
- El tipo A está durante todo el año y puede derivar en manchas, pecas o cáncer.
- En cualquiera de los casos el daño puede ser inmediato o tardío.
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