El enviar un vaso de gaseosa más una galleta dulce a los pequeños, resulta dañino para su salud y conllevará a que sufra de sobrepeso o posterior diabetes.
En época escolar, algunos padres de familia envían en la lonchera de sus hijos un vaso de gaseosa acompañado de una galleta dulce, sin saber que esta combinación está al límite del consumo máximo de azúcar al día.
Según la Organización Mundial de la Salud, una persona no debe ingerir más de diez cucharaditas al día para estar saludable.
Alarmante también es la cantidad de azúcar que contienen productos como el jugo de naranja embotellado, que equivale a 11 cucharaditas de azúcar, el néctar de durazno, cuatro cucharaditas y en el caso de galletas, las bañadas en chocolate dan casi tres, mientras que las rellenas, pueden llegar a las cuatro cucharaditas causando futuras enfermedades.
“Esta lonchera no saludable está contribuyendo con el sobrepeso y obesidad, pero más adelante generará otras enfermedades como la diabetes, cardiopatías, hipertrigliceridemia, entre otros”, explicó el nutricionista César Domínguez, del Instituto Nacional de Salud.
La recomendación está en enviar a sus niños una lonchera saludable que contenga un jugo de frutas, al que no es necesario echarle azúcar, pero si prefiere hacerlo, que no sean más de 2 cucharaditas, acompañado de un sándwich y una fruta, haciendo que los pequeños recibían una buena cantidad de nutrientes y crezcan saludables.
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