Mientras que las malformaciones arteriovenosas pueden identificarse antes del nacimiento del menor, los hemangiomas no. Sin embargo, ambas dolencias sí pueden tratarse.
Cuando los padres de familia se imaginan a sus hijos enfermos creen que será por algún agente patógeno externo que puede amenazar la salud de los menores en algún año de su vida. Lo que menos pueden creer es que vayan a enfermarse incluso desde antes del nacimiento. Pero sí sucede. Estamos hablando de las malformaciones congénitas.
RPP Noticias se comunicó con el doctor Iván Gutiérrez, cirujano vascular y flebólogo (especialista en venas), para hablar de los principales males congénitos que aquejan a los niños peruanos. Gutiérrez, quien acaba de crear junto a otros especialistas una fundación para niños con pocos recursos con este tipo de males, señala que las dolencias más resaltantes son las malformaciones arteriovenosas y los hemangiomas.
1. LAS MALFORMACIONES ARTERIOVENOSAS
Este tipo de males son también conocidos como malformaciones vasculares, los cuales se desarrollan en la etapa embrionaria del niño. Es una alteración que sucede en los vasos sanguíneos, los cuales se multiplican sin control. Las malformaciones vasculares pueden suceder a nivel externo superficial de las extremidades como los brazos, las piernas y en la cara.
También pueden presentarse a nivel interno en los órganos como el cerebro, el corazón, el hígado o en los riñones. “Es a nivel interno donde pueden ser fatales porque al formarse en venas, arterias o vasos linfáticos pueden transformarse en aneurismas y si se rompen puede ser graves”, declaró el cirujano vascular Iván Gutiérrez.
2. LOS HEMANGIOMAS
Son una especie de tumores benignos de coloración morada rojiza que recién pueden observarse luego del nacimiento del bebé, según información del Instituto Nacional del Cáncer de Estados.
Lo peligroso de este tipo de tumores benignos es que si son superficiales pueden aparecer en lugares que resultan trágicos para una persona como el “triángulo de la muerte”. “Si aparece en el rostro afecta la región nasal y frontal que se comunica internamente con el cerebro. Puede infectarse y originar una meningitis que puede quitarle la vida al o la menor”, alertó el cirujano vascular.
Si bien solo se puede reconocer a los hemangiomas luego del parto, también pueden tratarse. “Si se les trata prontamente las manchas pueden ir desapareciendo entre los cuatro a cinco años del menor”, dijo Gutiérrez.
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