En el programa "Sin vueltas" de RPP Noticias, especialistas explican las herramientas que los padres pueden usar para ayudar a sus hijos a manejar las frustraciones.
Vivir bien
La emociones por frustración son difíciles de manejar en los niños. Se les debe enseñar a aprender de las lecciones.
A veces los padres quisieran que sus hijos no se frustraran nunca. Sin embargo, ocurre todo lo contrario: algo no sale bien y este sentimiento se instala en nuestros hijos. La clave es aprender de los errores, sin quedarse en la culpa.
“Lo primero que debemos hacer es cambiar nuestra propia actitud sobre la frustración. La frustración es el hecho de que lo que nosotros esperamos no resulta. Generalmente, cuando las personas estamos aprendiendo -más aún los niños- las cosas que van a hacer no van a tener el resultado esperado. Entonces tenemos que saber aceptarlo.”, explica el psiquiatra Humberto Castillo en el programa "Sin Vueltas" de RPP Noticias.
Cuando la situación no es la esperada, una persona debe aprender de ello o tomarlo como una lección. Por el contrario, el especialista afirma que esto no sucede en el universo paternal, ya que ellos suelen dar más respuestas al éxito, que al fracaso.
“Porque eso es lo que valora nuestra sociedad… Pero cuando algo sale mal es precisamente la forma que aprendemos, porque aprendemos de ese error. Significa que estamos experimentando y ensayando cosas. La única forma de no frustrarnos es hacer siempre lo mismo, es no salirnos de la rutina. El salir de la rutina, el ensayar cosas nuevas siempre va a implicar frustración y eso es lo que debemos enseñar a nuestros hijos”, advierte Castillo.
IRA O CÓLERA
Una meta no cumplida genera automáticamente una emoción de pena o cólera. Cuando la sensación ocurre en personas emocionalmente estables, se maneja sin mucho problema. Sin embargo, en los niños las emociones casi siempre son incontrolables.
Los niños deben aprender a tolerar las primeras impresiones de la frustración. Romper los lápices porque no sale el problema de ciencias o llorar desconsoladamente son reacciones que se deben apaciguar con la comunicación de padre a hijo. “Cuando mi hija no entiende la tarea, yo le digo que no importa, porque lo más importante es que ha puesto su mayor esfuerzo”, cuenta José, un padre de familia que vive en Cercado de Lima.
Una estrategia de los padres son las frases de aliento. Muchas veces decir que “todo va a estar bien” da tiempo para tomar aire y pensar mejor la situación. Asimismo, los tiempos de descanso o juego para despejar la mente son alternativas para luego retomar la situación y perseverar en el intento.
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