Clavo de 15 centímetros le atravesó la cabeza accidentalmente cuando jugaba en el distrito del Rímac.
Juan
Mateo, de apenas 4 años, jugaba en el distrito del Rímac cerca de su madre. Pero cayó accidentalmente al suelo sobre su carrito de juguete. Fue así que un calvo de 15 centímetros se le incrustó en la cabeza y se habría introducido por el ojo izquierdo hasta el cerebro.
Felizmente, el trágico accidente no terminó en una desgracia. Inmediatamente después, fue trasladado al servicio de Emergencia del ex Hospital del Niño donde fue intervenido por los médicos del servicio de Neurocirugía, quienes le extrajeron el clavo.
El doctor Luis Gutiérrez Pérez indicó que el objeto penetrante no ha afectado el ojo izquierdo ni la masa encefálica. "Esperamos que no pierda la visión", expresó.
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