Las mujeres con los niveles más altos de grasas trans tienen el doble de probabilidades de sufrir cáncer mamario, comparadas con las que tienen niveles menores.
Muchas personas con el afán de satisfacer un antojo, consumen diariamente frituras en diversas formas, sin saber que pueden ingerir una sustancia cancerígena llamada acrilamida que se presenta en la cocción de alimentos ricos en almidón (carbohidratos) a altas temperaturas, manifestó la nutricionista Slovenia Ulloa Acuña de la Universidad Femenina del Sagrado Corazón (UNIFE).
La acrilamida está relacionada con la producción de cáncer, daños a nivel neuronal e inclusive con infertilidad masculina. Este componente reacciona cuando los alimentos son calentados a más de 180ºC; esta temperatura se puede alcanzar en frituras, horneados y parrilladas.
Esta sustancia no solo eleva el riesgo de desarrollar cáncer, también bloquea las arterias y aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. “Las mujeres con los niveles más altos de grasas trans tienen el doble de probabilidades de sufrir cáncer mamario, comparadas con las que tienen niveles menores”, enfatizó.
Se requiere más control sobre este problema
Para Slovenia Ulloa existen evaluaciones de supervisión de calidad en locales de comida rápida, donde se realiza una evaluación química de los productos para saber cuánto de acrilamida están produciendo por alimentos.
Pero lamentablemente hay muchos vendedores informales que expenden estos productos sin ningún tipo de fiscalización, como son las salchipapas, alistas brosters, entre otros.
“Muchos desconocen los efectos tóxicos sobre el sistema nervioso humano y sobre los órganos sexuales masculinos, después de dosis ingeridas de acrilamida en alimentos cuando son mayores de cuatro a cinco de la ingesta diaria permitida, se estima que se puede consumir de( 0.001mg/ kg de peso corporal por día, proveniente de alimentos)”, agregó.
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