Algunos atribuyen sus logros a la suerte, se sienten un fraude. Un psicólogo y una coach nos explican cómo afrontar este trastorno, muy común en personas exitosas.
"No soy lo suficientemente bueno", "no puedo arriesgarme". ¿Algunas veces te has dicho estas frases a ti mismo? Quizá no lo sabías, pero el perfil de quienes así se sienten, encaja en lo que se ha denominado el "síndrome del impostor".
¿Qué es?
Este trastorno es muy común tanto en varones como en mujeres, puede ocurrir a cualquier edad y es una sensación que incluso puede atacar a personas exitosas, que han alcanzado reconocimientos y premios.
Precisamente, el "síndrome del impostor" implica una dificultad para aceptar los logros. La persona termina atribuyendo sus aciertos a la suerte. Quien enfrenta este problema, suele sentirse un "fraude", piensa que siempre lo están evaluando y que en cualquier momento descubrirán que no es tan hábil como lo esperaban. Este temor lo frustra, lo reprime, le impide avanzar.
"Hay personas que constantemente se preguntan si son capaces o no, porque han crecido bajo la presión de lo que el mundo espera de ellos y no saben lo que ellos quieren de sí mismos. ‘Pueda que yo esté constantemente actuando y buscando el éxito para ser reconocido socialmente, pero eso no me llena’. Pasa muchísimo", explica el psicólogo clínico Christian Martínez a RPP Noticias.
El especialista además aclara que los seres humanos también somos capaces de tener "distintos tipos de habilidades e inteligencias", por eso es que no podemos desmerecer nuestro éxito profesional si nuestra vida personal es caótica.
Y formar una personalidad sin inseguridades y miedos, viene desde la crianza. Los padres deben dar las pautas a sus hijos para que ellos tengan la libertad de escoger correctamente aquello que les gusta y hace feliz. Por ejemplo, es importante el reconocimiento de los logros, pero hay que reforzar aún más el progreso, el sacrificio y las buenas acciones, remarca Martínez.
"Es mejor reforzar las habilidades, que imponer cosas en las que ellos no son buenos, porque van a terminar frustrándose, sintiéndose brutos o reprimiendo otras habilidades, ya que van a empezar a generalizar que no son buenos en nada", agrega.
El psicólogo sostiene que el "síndrome del impostor" puede sufrirlo cualquier persona. “Más allá del éxito que tenga, es un tema de seguridad, de formación que viene desde los padres y es influenciada por la sociedad”.
Deja el papel de víctima
Cuando contactamos con la coach Gina Piaggio, le pedimos algunos consejos para superar este trastorno que había acaparado nuestra atención, así como quien ha reconocido “de qué pie cojea”.
Ella empezó por explicarnos en qué consiste su trabajo: “El coaching busca que uno pueda ser protagonista de su propia vida. Pensar que la buena o mala suerte dirige nuestra vida, es vivirla de posición de víctima, donde yo no soy responsable de lo que me sucede para bien o para mal”.
Llegamos a las manos indicadas, pues quienes tienen el “síndrome del impostor”, atribuyen su éxito al azar.
Si has leído el artículo desde el inicio y reconociste que atraviesas este trastorno o alguna vez lo atravesaste, posiblemente estabas esperando los tips, así que toma nota:
1. Establécete metas y expectativas razonables. “Tienden a ser muy duros consigo mismo o compararse con gente que lleva años haciendo algo y que ha pasado por mucho”.
2. Ten una lista de tus logros. “Hace que podamos ver todo lo que hemos conseguido a nivel profesional”.
3. Acepta los reconocimientos. “Suelen minimizar lo que hacen, no aceptan que son talentosos, así que el ejercicio es: aceptar las felicitaciones, agradecerlas y no juzgar”.
4. Revalora el error. “Para aprender algo, hay que equivocarnos, ese el motor de muchas cosas, es parte del aprendizaje”.
5. Cambia los juicios y etiquetas sobre ti mismo. Eliminar pensamientos como "no soy suficiente” o “no puedo arriesgarme a hacer algo, porque lo que hago es poca cosa", pueden abrir nuevas posibilidades.
Gino Piaggo, consultora especializada en procesos de transformación y desarrollo humano en las organizaciones, nos dice que con frecuencia recibe gente que siente que lo que hace no es suficiente para lograr sus objetivos. Algunos lo pueden manejar, pero otros tienen miedo a arriesgarse a hacer algo diferente. “Ellos tienen que pedir ayuda especializada de un psicólogo o de un coach. Algunas empresas tienen un mentor que ayuda al crecimiento de las personas y tienen líderes que pueden dar un feedback constructivo, también ayuda mucho”.
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