Una investigación española ha abierto la vía para desarrollar un tratamiento farmacológico eficaz para el cáncer hepático más agresivo, el colangiocarcinoma, que hasta ahora sólo se puede operar en un 30 % de los casos.
Una investigación española ha abierto la vía para desarrollar un tratamiento farmacológico eficaz para el cáncer hepático más agresivo, el colangiocarcinoma, que hasta ahora sólo se puede operar en un 30 % de los casos.
El catedrático de medicina en el Hospital Monte Sinai de Nueva York Josep Maria Llovet, que ha dirigido la investigación del Hospital Clinic de Barcelona, ha destacado la identificación de dos variantes de colangiocarcinoma, lo que permitirá desarrollar fármacos específicos y más eficientes para cada clase de tumor.
Actualmente, los dos tipos reciben el mismo tratamiento: en estadios iniciales de la enfermedad es posible la cirugía, aunque el riesgo de que se vuelva a reproducir es de un 60 %, con una supervivencia de entre 2 y 5 años.
En el resto de los casos (un 70%) se aplica quimioterapia, con una supervivencia media de 12 meses.
La investigación, que ha sido financiada por la Asociación Española contra el Cáncer con 1,2 millones de euros, servirá para buscar tratamiento para una enfermedad que ha duplicado su incidencia en los últimos 10 años.
El aumento de este tipo de cáncer se debe a que se ha incrementado la incidencia de los factores que lo provocan, como la cirrosis, que multiplica por 20 las posibilidades de padecer un colangiocarcinoma, la hepatitis B y C, que aumentan la probabilidad 5 veces, y el alcoholismo, que la multiplica por 2.
La investigación se ha basado en casos de 150 pacientes y ha permitido identificar dos subclases distintas desde el punto de vista molecular.
El primer grupo afecta a un 62 % de los pacientes y es la modalidad más agresiva, con una supervivencia media de 26 meses, mientras que la segunda tiene mejor pronóstico, con una supervivencia media de 47 meses.
Según Llovet, los resultados de la investigación son una base que permitirá desarrollar un tratamiento terapéutico distinto para cada caso, que se prevé que esté disponible en unos ocho años.
La segunda fase de la investigación se enfocará en desarrollar estos tratamientos médicos, aplicarlos sobre animales y, al final, trasladarlos a los pacientes.
El colangiocarcinoma no se trata mediante un trasplante de hígado porque, tras el trasplante, la tasa de supervivencia a los cinco años es de un 40 % y se reservan los órganos para otras enfermedades con mejor pronóstico.
La incidencia de esta enfermedad poco frecuente, que afecta a dos de cada 100.000 habitantes en el mundo, es mayor entre los hombres, ya que por cada 100 mujeres con colangiocarcinoma, hay 150 varones con este tipo de cáncer.
Fuente: EFE
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