El psicólogo Alberto Medina señaló que este tipo de conducta, no necesariamente refleja un problema emocional, pero sí la necesidad de llenar un vacío existencial.
El gusto por tomarse fotos a sí mismo y colgarlas en las redes sociales llamado ‘Selfie’, no es más que una manera de mostrar vanidad y narcicismo, propio de una persona que tiene temor al rechazo y que desea autoafirmarse bajo la aprobación de los demás, y no un trastorno mental, sostienen especialistas del Sisol.
Alberto Medina, psicólogo del Sisol Joven, señaló que este tipo de conducta, no necesariamente refleja un problema emocional, pero sí la necesidad de llenar un vacío existencial.
El temor al rechazo y la baja tolerancia a la frustración de la que adolecen muchos jóvenes en la actualidad, podría estar haciendo que se escuden en las redes sociales como una forma de interrelacionarse y crear un falso sentido de pertenencia, explicó.
Refirió que el exceso de esta conducta puede estar ligado a pensamientos o ideas obsesivas, donde la inseguridad y la falta de control dominan.
Asimismo, mencionó que en la actualidad las personas se rigen por principios “prácticos”, donde todo es relativo: los valores, el tiempo, la confianza, la sensibilidad; por ello el hombre ha cambiado y también la concepción de sí mismo.
En ese contexto, se da esta nueva ‘moda’ de ponerle etiquetas llamativas de la conducta humana, y el ‘Selfie’ no es la excepción, “sino que responde a este enfoque para atemorizar a las personas y mantenerlas en el ejercicio sano de su libertad y responsabilidad”.
El especialista recomendó asumir esta conducta como una opción o alternativa de reflejarnos en nuestra identidad y autoestima, y que nos da la posibilidad de autoregularnos en nuestros límites.
También, no generar entredichos ni dramatizar un comportamiento ligándolo negativamente como una enfermedad o trastorno, salvo que impida, coacte o perturbe las actividades de las demás personas.
El trastorno está relacionado a un uso compulsivo que no le permite al individuo llevar una vida normal en todos los niveles en los que se desenvuelve: familia, estudios, trabajo, pareja.
Comparte esta noticia