Jorge Yamamoto, psicólogo social, brinda una visión sobre cómo funciona la empatía, sus beneficios y las posibles consecuencias de una sobreempatía o falta de empatía.
Vivir bien
¿Cómo funciona la empatía en nuestro cerebro?
La empatía es una característica esencial para las especies sociales, permitiendo la formación de un cuerpo colectivo. Según Jorge Yamamoto, psicólogo social, la empatía está profundamente conectada con nuestro cerebro gracias a las “neuronas espejo”. Estas neuronas nos permiten sentir lo que otros sienten, lo cual es esencial para la convivencia social.
Según Yamamoto, cuando vemos a alguien sufrir, nuestras "neuronas espejo" activan áreas del cerebro asociadas con el dolor, haciéndonos experimentar una sensación de sufrimiento ajeno. Esto no solo nos ayuda a comprender a los demás, sino que también nos anima a ser amables y protectores, lo cual es muy importante para vivir bien en comunidad.
Sin embargo, aunque la empatía es fundamental para la convivencia social, puede llegar a niveles que afecten negativamente nuestra salud mental. El psicólogo social advierte sobre los extremos de la empatía, que pueden llevar a problemas emocionales y físicos si no se manejan adecuadamente.
Personas altamente sensibles: ventajas y desafíos
Las personas altamente sensibles (PAS) tienen un nivel de empatía "sobredimensionado", lo que les hace experimentar las emociones ajenas con gran intensidad. Este grupo de individuos puede reaccionar fuertemente a situaciones que otros considerarían menores. Por ejemplo, ver a un animal maltratado puede provocar en ellos un llanto inconsolable y una profunda tristeza que persiste durante días.
Este tipo de sensibilidad tiene sus ventajas, como una mayor capacidad para las artes y una profunda conexión emocional con otros. Sin embargo, también acarrea desventajas significativas. Las personas altamente sensibles pueden sufrir más debido a los problemas ajenos, lo que los hace más propensos a tener problemas de salud relacionados con el estrés, ansiedad y enfermedades psicosomáticas.
Además, una empatía sobredimensionada puede llevar a decisiones equivocadas. Un ejemplo claro es cuando los padres, movidos por una empatía excesiva, sobreprotegen a sus hijos para evitarles cualquier sufrimiento, privándolos de experiencias necesarias para su desarrollo y resiliencia. Esta "falsa empatía" puede resultar en problemas de maduración y adaptación en los niños.
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Empatia sobredimensionada: ¿cómo afecta tu bienestar?
La ausencia de empatía: características y consecuencias
En el otro extremo del espectro, encontramos a las personas que carecen de empatía, aquellas cuyas "neuronas espejo" no funcionan de manera eficiente. Estas personas tienen una capacidad limitada para sentir el sufrimiento ajeno, lo que les hace menos sensibles a las emociones de los demás.
Las consecuencias de la falta de empatía son variadas. Por un lado, estas personas pueden encontrar menos angustia en situaciones difíciles, ya que no son tan afectadas por el sufrimiento de otros. Sin embargo, esta falta de empatía puede llevar a una mayor exclusión social y dificultades para establecer relaciones cercanas y significativas. Las relaciones que logran formar suelen ser con personas menos comprensivas y sensibles.
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Las consecuencias de tener ausencia de empatía
Manejo de la empatía: equilibrio y ejemplos prácticos
Para mantener un equilibrio saludable, Yamamoto recomienda ajustar nuestros niveles de empatía según la situación. En momentos de crisis o cuando se requiere apoyo emocional, es importante "subir el volumen" a la empatía, permitiéndonos conectarnos y apoyar a quienes nos rodean. Un ejemplo de esto sería consolar a un amigo que atraviesa un momento difícil, ofreciendo nuestro tiempo y comprensión sin reservas.
Por otro lado, en situaciones que demandan objetividad y decisiones racionales, es beneficioso "bajar el volumen" de la empatía para no dejarnos abrumar por las emociones. Por ejemplo, al caminar por las calles de Lima, podemos encontrarnos con diversas situaciones que despiertan nuestra empatía. En esos momentos, es crucial mantener la calma y no dejarnos llevar completamente por nuestras emociones para poder tomar decisiones claras y prácticas sobre cómo actuar.
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