El psicoterapeuta familiar José Baldeón dijo en RPP que exigir demasiado a los niños y adolescentes puede traer consecuencias negativas en la salud mental.
Los padres y madres deben tener cuidado con exigir demasiado a sus hijos en el ámbito académico, pues podrían estar sumergiéndolos a un problema serio como la depresión. Así lo manifestó el psicoterapeuta familiar, José Baldeón, en el programa Encendidos de RPP.
"La sobreexigencia no solamente genera estrés. El estrés es el primer paso, lo que va a generar a la larga es un tipo de depresión, una personalidad depresiva", advierte Baldeón.
"Muchas personas que son perfeccionistas, muchas veces son depresivas. (Esas personas) nunca están contentas con lo que logran porque tienen el chip de 'siempre más', porque el papá y mamá le pusieron el chip de la sobreexigencia y creen que nunca dieron la talla de lo que ellos pedían", dice el experto.
"Muchas veces la sobreexigencia radica en que mi hijo o hija viva la vida que yo quiero que viva, en vez de dejarlo que viva su propia vida. Entonces, muchas de las depresiones estructurales de personalidades depresivas son generalmente personas autómatas que no viven su propia vida, sino la vida que les imponen los padres con el chip que han colocado", complementa.
Vivir bien
¿Cuáles son las consecuencias de exigir demasiado a nuestros hijos?
En otro momento de la entrevista, el psicoterapeuta familiar José Baldeón comentó en el programa Encendidos que el estrés es un estado de tensión mental y emocional, que se activa frente a situaciones difíciles o amenazantes. Cada persona responde a estas situaciones de diferente manera, dependiendo de los "recursos" que ha adquirido durante la infancia o en la edad adulta.
Por eso es que no todos actuamos de la misma forma ante una misma situación. "Hay cosas que para mí pueden ser estrés y para otra no puede ser estrés, dependiendo de los recursos con los que uno viva", señaló.
Baldeón precisó en RPP que no solo las situaciones de peligro o amenaza generan estrés. La sobreexigencia también puede llegar a estresar a la persona y, más adelante, provocar depresión.
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