El doctor Elmer Huerta habló en Espacio Vital de los beneficios de la siesta como una opción más saludable que el café para enfrentar el cansancio vespertino. A pesar de ser común en diversas culturas, Huerta señaló que en algunos ambientes laborales aún persiste el estigma hacia esta práctica.
¿Qué es mejor cuando viene el cansancio de la tarde? ¿Una siesta o un café? El doctor Elmer Huerta, asesor médico de RPP, afirma que la siesta es mucho más beneficiosa para el organismo que recurrir al café o a las bebidas energizantes cuando el cansancio de la tarde aparece. Aunque la práctica de la siesta sigue estando rodeada de estigmas en algunos lugares, en muchas culturas del mundo está plenamente aceptada. Por ejemplo, en Italia es común practicarla bajo el nombre de "riposo", y en Japón existe un término propio, "inemuri", que hace referencia a la siesta tomada en momentos breves del día. No obstante ¿qué dice la ciencia sobre esta práctica?
Un estudio publicado en la revista Sleep revisó los beneficios de fomentar las siestas entre los trabajadores, especialmente durante la tarde. La investigación sugiere que los empleadores deberían alentar a sus empleados a descansar brevemente después del almuerzo, ya que esta práctica tiene una serie de ventajas. Un punto importante sobre este estudio es que no incluye a los trabajadores que durante las horas de la mañana se quedan dormidos, pues esas personas deben ser investigadas por posibles problemas de sueño durante la noche. De repente tienen apnea del sueño que los mantienen cansados todo el día.
La investigación se enfoca en aquellos que están activos y concentrados durante la mañana, pero que sienten un agotamiento natural tras el almuerzo. En este sentido, el artículo propone que los empleadores reconozcan la siesta como una necesidad real y aconsejen a sus empleados tomarla para mejorar su rendimiento y salud.
¿Cuáles son las características de una buena siesta?
Según el doctor Huerta, para que una siesta sea realmente efectiva, debe cumplir con dos características principales. Primero, debe ser breve, idealmente entre 20 y 30 minutos. Segundo, debe tomarse temprano en la tarde, entre las 2 y las 3, y nunca más tarde de las 5 de la tarde, para no interferir con el descanso nocturno. Además de estos factores, es importante elegir un lugar adecuado para descansar: preferentemente un espacio fresco y, si es posible, oscuro, para ayudar a que el cuerpo se relaje y se recargue de energía de manera efectiva.
El tomar una siesta es una práctica reparadora que, según diversos estudios, tiene beneficios claros para quienes la practican. Las personas que descansan brevemente durante la tarde suelen despertarse con mucha más energía y disposición, lo que les permite continuar trabajando con mayor eficacia y productividad. De hecho, es mucho más beneficioso para un empleador que sus empleados tomen una siesta corta, en lugar de depender del consumo constante de varias tazas de café.
Es importante señalar que la siesta de la media tarde no debe exceder los 30 minutos, ya que, según diversos estudios, dormir más tiempo puede generar una sensación de mareo al despertar. Cuando la siesta se prolonga, interrumpe los ciclos normales del sueño, lo que afecta la calidad del descanso. Lo ideal es dormir de manera profunda pero breve, permitiendo que el cuerpo se recargue rápidamente sin entrar en un ciclo completo de sueño. Pasados los 30 minutos, el descanso se vuelve contraproducente, ya que la persona puede despertar desorientada y con dificultades para retomar sus actividades.
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