Los casos de diarreas en niños aumentan en verano, y muchos padres de familia recurren al uso indiscriminado de antidiarreicos.
El uso indiscriminado de antidiarreicos puede resultar muy peligroso para su salud de los infantes, advirtió el jefe del Servicio de Atención Farmacéutica de la Digemid, Aldo Álvarez Risco.
“Los casos de diarreas en niños aumentan en verano, y muchos padres de familia recurren al uso indiscriminado de antidiarreicos con la equivocada idea de que deteniendo la diarrea se soluciona el problema”, manifestó.
Detalló que los antidiarreicos pueden ser peligrosos porque retrasan la eliminación de las bacterias o parásitos que han causado la diarrea, por lo que permanecen en el organismo, aumentan su presencia en el intestino grueso y retardan su eliminación natural.
Álvarez explicó que entre los efectos no deseados que producen los antidiarreicos en los niños figuran el dolor e hinchazón en la barriga generada por la acumulación de gases, boca seca como consecuencia de la deshidratación, náuseas, vómitos, somnolencia, fatiga y mareos.
“Las diarreas duran entre dos y tres días; el tratamiento consiste en evitar la deshidratación con rehidratación oral mediante sales rehidratantes y una alimentación adecuada en base a dieta blanda. No es necesario recurrir a antidiarreicos”, indicó.
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