Este 21 de setiembre se celebra el Día Mundial del Alzheimer, una fecha que busca concientizar sobre esta enfermedad degenerativa progresiva que no solo afecta a los adultos mayores.
El Alzheimer es el enemigo con el que luchan diariamente casi 33 millones personas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. Una enfermedad que aún no tiene cura y que se roba uno de sus mayores tesoros: los recuerdos de toda una vida.
La demencia tipo Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa, asociada a edades avanzadas, pero no exclusiva de los adultos mayores. La falta de estilos de vida saludables son factores desencadenantes de este mal, explica el médico geriatra Yair Guzmán.
"Existen varios factores de riesgo para que puedan desarrollar demencia, como son la hipertensión, la diabetes y el sedentarismo", comenta.
Olvidar es un mecanismo natural de nuestra memoria. En el caso del Alzheimer, este se manifiesta con pérdidas progresivas de nuevos recuerdos."El cerebro tiene esa capacidad, de solamente seleccionar la información más relevante que pueda tener. Ahora, con el envejecimiento si disminuye la memoria pero no llega a comportarse como una demencia en todos los casos", explica.
Vivir bien
La demencia tipo Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa, asociada a edades avanzadas, pero no exclusiva de los adultos mayores.
Los recuerdos no son los únicos afectados, explica el psiquiatra Humberto Castillo. Aspectos psiquiátricos y de conducta pueden dar señales de un deterioro neuronal crítico. Recurrir a las emociones ayuda a establecer una conexión más fuerte entre el paciente y los otros, que supere las limitaciones de la enfermedad.
"Cuando se está con una persona con Alzheimer se debe dar cuenta que no está grabando lo reciente y que tenemos que actuar más en el plano emocional. La persona con Alzheimer va a reconocer más los tonos emocionales, los gestos, las actitudes", dice.
En la mayoría de los casos, este mal es diagnosticado en chequeos de rutina. José Mansilla, especialista en medicina interna, resalta la importancia de las pruebas de descarte.
"Lo primero que hacemos es solicitarles algunas pruebas, sean pruebas de exámenes auxiliares o pruebas de tipo cognitiva, para descartar si hay alguna enfermedad asociada que esté causando este tipo de problemas", afirma.
Vivir bien
Recurrir a las emociones ayuda a establecer una conexión más fuerte entre el paciente y los otros, que supere las limitaciones de la enfermedad.
La enfermedad se presenta en etapas leve, moderada y crónica. Los trastornos del sueño pueden ser señales tempranas de Alzheimer.
"En la demencia moderada ya se muestran cambios importantes en cuanto a la memoria, al cálculo, al comportamiento y sobre todo en el tema de trastornos de sueño, lo que lleva muchas veces a sobrecarga del cuidador", comenta.
Con el paso del tiempo, el deterioro neuronal agrava los signos. Su tratamiento incluye fármacos y actividades de estimulación neurocognitivas. Detectar el Alzheimer a tiempo nos ayudará a retardar el olvida.
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