“El cargo de procurador es un cargo de confianza y esta confianza se otorga y esta confianza se retira”, dijo a RPP Noticias el ministro de Justicia.
El ministro de Justicia, Gustavo Adrianzén, aseguró que la destitución de Julia Príncipe como procuradora de lavado de activos obedeció a una “inconducta funcional”, destacando que desconocía la autoridad.
“El cargo de procurador es un cargo de confianza y esta confianza se otorga y esta confianza se retira. Los sucesos ocurridos en los últimos días hablaban, tal como declaré, de una abierta inconducta funcional”, dijo a RPP Noticias.
“La postura que había adoptado la entonces procuradora de lavado de activos era una postura que desconocía la autoridad, (...) y había llegado a niveles de entender que a entender del que habla se habían convertido ya en intolerables para la continuidad de una función que requiere de esta necesaria cuota de confianza”, añadió.
Adrianzén explicó que a nivel nacional hay cientos de procuradores, “y puedo decirle con absoluta certeza que ninguno es obsecuente ni jenuflexo”. “Todos son procuradores responsables que están haciendo su labor de manera magnífica, todos rinden declaraciones pero lo hacen siguiendo los procedimientos establecidos”, sentenció.
El ministro señaló que nunca se le cuestionó a Príncipe el contenido de sus declaraciones, sino al hecho de no solicitar autorización “en cumplimiento de las normas”.
“Jamás hemos cuestionado el contenido de sus declaraciones, lo que hemos solicitado es que cumpla sus procedimientos como lo hacen todos los procuradores a nivel nacional”, mencionó.
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