Escribimos de "X", canción de los intérpretes urbanos que reina en la lista de Top Latin Songs de Billboard; e "Intuición", éxito de la cantante chilena.
"Intuición"
Javier Mena
Calificación: 8/10
Escribe: Francisco Melgar
“Intuición”, el single más reciente de la chilena Javiera Mena, empieza con un ritmo que podría haberse oído en una fiesta en un capítulo de la segunda temporada de "Miami Vice". La diferencia es que en 1985 estos compases freestyle habrían sonado escandalosamente extrovertidos y hoy –en pleno 2018─ Mena los convierte en el sereno transitar de un automóvil de terciopelo, con el que recorre –relajada, sí, quizás algo sedada─ las autopistas nocturnas de alguna ciudad latinoamericana.
El coro no es la explosión que uno podría esperar, sino un susurro amplificado que deja que se cuelen las voces de la calle, ecos y murmullos que podrían haber sido manipulados electrónicamente en el estudio del maestro Lee ‘Scratch’ Perry. Por si esto fuera poco, el equilibrio manejado por Mena durante los primeros dos minutos del tema permite que la voz de Li Saumet aparezca con más intensidad que en cualquier canción del último disco de Bomba Estéreo. Lo cual ya es decir algo. Por último, si sus beats fuesen más asertivos y Mena más dominante, “Intuición” reinaría sobre la lista del Top Latin Songs de Billboard, como alguna vez lo hizo Shakira con “Loba”.
"X"
Nicky Jam y J Balvin
Calificación: 8/10
Escribe: Francisco Melgar
En el mundo actual, la canción que sí reina sobre la lista del Top Latin Songs de Billboard es “X”, un dueto entre los reguetoneros Nicky Jam y J Balvin. Y no está mal que así sea. Con arreglos tan despojados como minimalistas –y con un autotune que funciona como una herramienta para expresar fragilidad y seducción al mismo tiempo─ la canción arranca con J Balvin asumiendo que el objeto de su deseo se sentirá atraída por su lado más oscuro.
Disfrazándose de cordero, el cantante colombiano le advierte del peligro que corre si se acerca, pero de inmediato deja que una sonrisa se dibuje en su rostro y la advertencia se convierte en la proyección de una película triple x: “sólo deja que yo te agarre, baby, besos en el cuello para calmar la sed” y esto, por supuesto es sólo el comienzo. El riff breve, metálico y repetitivo del sintetizador ─que se presenta bajo la apariencia del leitmotiv de la pieza─ es en realidad la alegoría de un vestido que cae al suelo. Aquí, como sugieren los arreglos de la canción, menos siempre es más.
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