Desde el transporte que utilizas hasta las formas de energía que consumes dentro de tu hogar, tú puedes marcar la diferencia.
Cuando nos hablan de la contaminación del aire, la relacionamos directamente al humo que se genera de la combustión de los vehículos, sobre todo los más a antiguos que aún transitan por las avenidas limeñas. Sin embargo, hay más fuentes que provocan esta contaminación.
Definitivamente el uso excesivo de diésel es lo que más causa problemas. En una visita realizada hace unos años por la Agencia de Protección del Ambiente de los Estados Unidos, la entidad alertó que en el Perú el límite de sulfuro en el diésel es muy alto en comparación a otros países de Europa, Asia y de la misma América. Esto ha sido remediado en cierta medida con la sistematización parcial del transporte público y el uso de combustibles alternativos, pero aún continúa causando problemas en el aire.
Si eres dueño de un vehículo, tu aporte a la limpieza de nuestro aire es esencial. El mantenimiento a los automóviles es mandatorio, pero cada vez que vayas a usar el carro, pregúntate si es necesario hacerlo. Manejar bicicleta, caminar, usar buses o compartir el vehículo con otras personas son pequeños cambios que generan diferencias.
Hay otras medidas preventivas que puedes aplicar a tu rutina para cambiar esta realidad. El reciclaje de basura e incluso la práctica de compostaje, es decir, preparar abono con desechos orgánicos, son los primeros pasos para que esos desperdicios no sean quemados y afecten directamente la atmósfera.
Promover los espacios verdes en tu comunidad y dentro de tu hogar también colaboran a tener un aire más limpio. Evalúa qué fuentes de energía consumes dentro de tu casa o trabajo. ¿Podrías cambiarlas por combustibles menos contaminantes como el gas natural? Te dejamos esta pequeña lista de acciones para que reflexiones en tu labor a favor del medio ambiente. Coméntanos qué acciones realizas y cuáles te gustaría cambiar.
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