Los delincuentes no solo usan la violencia para apoderarse de los objetos de valor de una casa. También pueden engañar a las empleadas del hogar.
La modalidad ‘tradicional’ que usan los ladrones para desvalijar una vivienda consiste en ‘palanquear’ una puerta o entrar trepando por un muro, una ventana o un balcón. Sin embargo, aunque todavía son muy comunes estos robos, actualmente los ladrones han perfeccionado otras modalidades.
Según la Policía Nacional del Perú, se ha vuelto cada vez más común que los delincuentes encuentren maneras de engañar a las empleadas del hogar para lograr acceso a la vivienda o que les entreguen directamente objetos de valor. Para ello, suelen inventar historias y hacerse pasar por algún miembro de la familia. Con el cuento del secuestro o de un falso embargo, por ejemplo, los delincuentes pueden convencer a una empleada y concretar un robo sin violencia.
Es importante hacer notar que para que el engaño sea verosímil los delincuentes deben tener información de la familia. Por eso, es importante instruir a todo el personal que labore en casa sobre la importancia de no brindar ninguna información a personas desconocidas, ya sea de manera personal o por teléfono.
Otra modalidad que la policía ha detectado en robos a domicilios tiene que ver con las intrusiones a través de garajes equipados con puertas eléctricas. Se han dado casos de bandas de ‘robacasas’ que utilizan controles remotos genéricos para abrir estos portones y poder concretar el robo.
Finalmente, otra modalidad es la de los ‘tocatimbre’. Se trata de delincuentes que rondan por los barrios tocando los timbres de todas las casas de un vecindario. Así van recogiendo información para saber qué casas se quedan vacías durante buena parte del día y cuáles no, y a partir de ello deciden cuál es la que robarán.
La prevención ayuda. Para defenderse de estos ladrones es clave que el vecindario esté organizado y atento ante la presencia de personas extrañas que rondan las calles sin ninguna razón aparente. Hay que tomar en cuenta que, para no despertar sospechas, estos ladrones suelen ir bien vestidos y, generalmente, a bordo de vehículos nuevos o incluso de lujo.
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