La metodología del Design Thinking es una herramienta que, aplicada en el ámbito empresarial, puede ayudar a desarrollar la cultura innovadora en el Perú.
Si algo caracteriza a los países más desarrollados del mundo es, justamente, su capacidad para desarrollar innovaciones. Según la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (WIPO) en 2015 China fue el primer país del mundo que recibió más de un millón de solicitudes para registrar patentes en el lapso de un año. Esto es más de un tercio del total mundial. Estados Unidos se encuentra en torno a medio millón y Japón está por encima de 300 mil.
La brecha es inmensa. Si queremos que el Perú avance hacia su objetivo de desarrollo y tenga una economía menos dependiente de los precios cambiantes de las materias primas, es necesario empezar a cerrarla. La innovación genera productos con más alto valor agregado, que pueden generar impacto en los mercados nacionales e internacionales.
La metodología del Design Thinking es una herramienta que, aplicada en el ámbito empresarial, puede ayudar a desarrollar la cultura innovadora en el Perú. Gracias a un convenio exclusivo entre la UTEC y Innovationship Silicon Valley, esta metodología ahora está disponible en el Perú.
Leon Segal, fundador de Innovationship Silicon Valley y consultor con muchos años de experiencia enseñando la metodología del Design Thinking en grandes empresas, es uno de los profesores de este programa de certificación internacional. El sostiene que, en cuanto a actitud y clima favorable a la innovación, no hay nada en el Perú que sea esencialmente diferente en los profesionales peruanos respecto a los de otros países del mundo. “Todas las personas que vienen a estos talleres tienen la intención de aprender, de crecer y expresar su creatividad”, resalta.
El Design Thinking es una metodología que entiende la innovación como un proceso centrado en las personas y en cómo atender sus necesidades. Aplicarlo implica hacer cambios culturales dentro de las organizaciones, que no siempre son sencillos. Pero también supone derriba de ciertos mitos. Uno de ellos es el del “genio solitario”, que supuestamente atribuye la genialidad de una innovación a una sola persona que tuvo “la gran idea”. “Thomas Alva Edison creo el foco de luz. Pero se suele omitir que no lo hizo solo, el montó un laboratorio con cien personas”, recuerda Scott Underwood, co-fundador de Innovationship Silicon Valley y también profesor de la Certificación Internacional.
Hasta el momento, el convenio de UTEC e Innovation Silicon Valley ha dado lugar a ocho talleres de Design Thinking realizados en el Perú. Segal y Underwood enfatizan la importancia de que esos profesionales siembren la semilla de una nueva manera de ver la innovación cuando regresan a sus empresas y “siembren la semilla” de un cambio en sus organizaciones.
Una vez que se entiende la innovación como un proceso centrado en las personas, y se dispone de las herramientas para trabajar en equipo adecuadamente, generar ideas y ponerlas a prueba rápidamente, la base para una cultura innovadora se puede considerar asentada. Y los resultados llegarán con el tiempo.
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