El amor romántico entre hombres y mujeres desde su construcción social

El amor romántico nace en el siglo XIX, con el Romanticismo, un movimiento cultural que tiene como base el idealismo y que exalta la imaginación y lo fantástico. Es en este momento histórico donde se comienza a unir lo irracional, los sentimientos, las pasiones, la belleza y el misterio con el concepto de “amor”.

Surge además, la idea de que el hombre es sinónimo de libertad y racionalidad, mientras que la mujer es considerada como un ser divino y eje central del amor. La mujer no solo era adorada por su belleza, sino que era considerada ángel inspirado de amor, ternura y paz, y contradictoriamente considerada elemento de perdición y destrucción del hombre. Por ello, se comienza a ver a la mujer como un objeto de amor, al no ser considerada como un ser racional pleno. A partir de esta concepción, la figura del hombre se impone y comienza a ejercer dominio y control hacia la mujer.

Por ello, se puede entender que el amor romántico es una herramienta de control que se refuerza por los estereotipos y falsas creencias que nos impone la cultura patriarcal, en la que vivimos.

Esta concepción del amor romántico se sustenta en las implicancias políticas, económicas y socio-culturales, que moldean las estructuras colectivas humanas y que termina por crear un concepto del comportamiento “ideal” tanto del hombre como de la mujer en nuestra sociedad.

Estas creencias se ven reflejadas en el último estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) – 2015, en donde el 56.3% de los peruanos creen que el esposo debe ser siempre el jefe del hogar o quien represente a la familia.

Por otro lado, el 54.7% de las personas consideran que toda mujer debe cumplir primero con su rol de madre, ama de casa y esposa, para luego realizar sus propios sueños. Estas cifras no son más que un ejemplo claro de cómo la sociedad ha concebido los roles masculinos y femeninos a lo largo de los años; roles y creencias que no hacen más que resaltar las desigualdades entre ambos sexos.

Tanto los mitos del amor romántico como los estereotipos, han llevado a la sociedad a establecer que la mujer y el hombre se diferencian por razones de sexo y género, incentivando la desigualdad social para ambos.

Es importante identificar estas señales y no incentivar dichas creencias; es responsabilidad de todos modificar estas conductas y eliminar los estereotipos que nos dicen cómo debemos comportarnos y qué rol supuestamente desempeñamos en las relaciones de pareja.

Incluso en la relación de pareja cada persona es libre y autónoma para tomar sus propias decisiones y para desenvolverse en la sociedad, sin control ni ataduras. Si tu pareja te dice qué hacer ¡No lo permitas!

Estas y otras informaciones lo compartimos en el campo de la campaña “La violencia se pinta de amor. ¡Date cuenta!”, por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) y RPP.