Los delincuentes profesionales son cualquier cosa menos improvisados. Tienen perfectamente claro en qué consiste su trabajo.
Usualmente tendemos a pensar que los ladrones son personas de escasa inteligencia, improvisadas y poco proclives a tener ideas complejas. Sin embargo, recientes estudios sugieren justamente a lo contrario. La mente de un ladrón es sumamente compleja y usualmente ha desarrollado mecanismos para optimizar al máximo cada uno de sus golpes, a la vez que reduce el riesgo
En ese sentido apunta una investigación realizada por Claire Nee, psicóloga forense de la Universidad de Portsmouth (Reino Unido). A partir de entrevistas en profundidad con ladrones encarcelados y una serie de experimentos llevados a cabo con simuladores de realidad virtual, Nee ha perfilado la mente de los ladrones y revelado que son mucho más complejas de lo que la gente cree. “Los ladrones tienen una compleja caja de herramientas cognitivas, con habilidades desarrolladas y automáticas, muy similares a las de un jugador de ajedrez o una estrella del tenis”, señala un reportaje de BBC Mundo elaborado a partir de los hallazgos de esta investigadora.
El trabajo de Nee ha evidenciado, por ejemplo, que los ladrones de casas tienen mecanismos cognitivos muy bien desarrollados que les permiten concentrarse en buscar los objetos de mayor valor y de menor tamaño, por lo que son más fáciles de transportar, como el dinero en efectivo, las tarjetas de crédito y las joyas. También, que planifican con cuidado cada una de sus acciones, pero tienen un amplio margen de flexibilidad para detectar oportunidades y aprovecharlas. Y, asimismo, tienen bien claro el tiempo de que disponen para completar el robo y la ruta que deben seguir en una casa para asegurarse el mejor botín posible.
Los hallazgos de esta investigación pueden dar nuevas ideas sobre la mejor manera de combatir la delincuencia y prevenir los robos.
Los ladrones de viviendas han desarrollado una serie de rutinas y procesos inconscientes que les permiten concentrarse en buscar las cosas de valor y a la vez evitar se atrapados. Muchos de estos procesos son automáticos, por eso, es recomendable plantearles retos inesperados o esquemas para los que no se puedan anticipar. Incluso una grabación de un sonido de pasos o una luz que se enciende de modo inesperado puede sacar de su concentración al ladrón y llevarlo a pensar que es mejor huir antes de ser atrapado.
Otra recomendación es usar todos los dispositivos de seguridad posibles –recuerda que los ladrones siempre estarán a la caza de oportunidades, y en este caso la oportunidad puede ser una vivienda con una ventana o una puerta mal asegurada–. También ayuda cuidar la información sobre las rutinas de las personas que viven en casa y generar siempre la impresión de que hay alguien dentro. Aunque no lo creas, estas simples acciones también ayudan a mejorar la seguridad.
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