Aunque no existe una forma correcta de manejar, las posturas que eliges a la hora de conducir pueden ser fundamentales al momento de prevenir lesiones u otro tipo de riesgos.
Muchos conductores no le toman la debida importancia a las posturas que adoptan cuando conducen; sin embargo, muchas de estas posturas pueden representar un peligro para el conductor, ya que se corre el riesgo, en caso de un accidente o de una frenada muy brusca, de sufrir lesiones en la columna, hombro, piernas u otras partes del cuerpo.
Por ello, para evitar mayores riesgos, considera estos consejos que te va a permitir conducir con mayor comodidad y seguridad.
Los brazos no deben quedar completamente estirados a la hora de tomar el volante. Procura que estén un poco flexionados, con un ángulo máximo de 45 grados, y así evitarás lesiones en los hombros o en el cuello.
Las piernas no pueden quedar completamente rectas. Flexiona las piernas de tal manera que alcances los pedales y te sientas con el control absoluto del acelerador, freno y embrague. De lo contrario, si manejas por largas horas con las piernas completamente estiradas, podrías sufrir lesiones en la cadera o pelvis.
Las manos deben tener el control total del volante. Es importante que al estirar tus manos, éstas alcancen el timón sin tener que hacer un esfuerzo adicional para lograrlo. Si no sientes que tienes el control total sobre el volante, entonces acerca tu asiento al timón.
La espalda debe quedar completamente recta sobre el espaldar de la silla. Si manejas largos trayectos es muy recomendable que apoyes tu espalda al espaldar, ya que así te cansarás menos y evitarás dolores de columna y cadera.
El asiento debe estar lo más bajo posible. Es necesario que acomodes el asiento cada vez que vayas a manejar. Procura no elevarlo tanto, ya que perderás mayor campo visual y podría ser muy riesgoso, en caso ocurra un accidente.
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