De acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), este tipo de violencia es el que se produce con mayor frecuencia (el 64,2 % de los casos).
La violencia psicológica es la que más afecta a las mujeres en el país. Hay dos perspectivas para identificarla: como víctima y como testigo de alguien que la padece.
De acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), este tipo de violencia es el que se produce con mayor frecuencia (el 64,2 % de los casos), seguido por la violencia física, con un 31,7 %; y la violencia sexual, con 6,6 %.
El menosprecio, control e insultos: sinónimos de violencia psicológica
Hay que tener en cuenta que el menosprecio, control e insultos son los principales factores que se encuentran presente cuando hablamos de violencia psicológica. Los sistemas de control (hacer únicamente lo que la pareja manda), los agravios y humillación son lo que dañan notoriamente la autoestima de la mujer.
Cuando una mujer tiene baja autoestima se hace mucho más difícil que realice una denuncia en contra de su agresor. Además, la violencia psicológica (que puede ser el punto de partida para la violencia física y sexual) es más peligrosa, ya que la mujer tiende a no admitir que está viviendo esa situación.
La violencia psicológica reúne todas las agresiones verbales, gestuales y actitudes que dañan a una persona a nivel emocional. Este tipo de maltrato se manifiesta también con amenazas, prohibiciones, humillaciones, chantajes, manipulación e intimidación.
Dos perspectivas para detectarla: como víctima y cuando la padecen otras personas
En la mayoría de situaciones, para la víctima es complicado detectar la violencia psicológica, ya que la mente genera mecanismos para ocultar la realidad. Sin embargo, hay que estar muy atentos a distintos factores para identificar los signos.
Estos pueden comprender sentimientos de malestar frente a determinada persona, miedo, inseguridad, emociones negativas injustificadas, ternura que contradice la realidad en la que se vive. Además, si te sorprendes realizando algo que va en contra de tus principios, voluntad o metas, y estás sufriendo por ello, probablemente estés siendo víctima de violencia psicológica.
Si has identificado todo esto, es momento de actuar. No estás sola. Ya cumpliste con uno de los pasos más importantes que es tomar conciencia del problema e identificar a tu agresor.
Por otro lado, si crees que una de tus compañeras, amigas, familiares u otra persona es víctima de violencia psicológica, existen algunos indicadores para identificar su situación. Por ejemplo, si notas que aquella persona está bajo hipervigilancia, tiene pérdida de autoestima, falta de concentración, dificultad para tomar decisiones, disminuyen sus relaciones sociales y posee pérdida de energía y productividad, puede ser que se encuentre bajo un caso de violencia psicológica.
Si sufres de algún tipo de agresión por parte de tu pareja, llama a la Línea 100 del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. Recuerda que siempre hay una solución.
Comparte esta noticia