Los canes pueden reforzar la seguridad de una propiedad, pero solo si están adecuadamente entrenados. Conoce sus ventajas y desventajas.
Cuando se habla de reforzar la seguridad de una propiedad, una de las opciones que se suele considerar es la de contar con uno o varios perros guardianes. Se espera que estos canes estén alertas ante cualquier intento de intrusión –para ello, cuentan con un desarrollado sentido del olfato–y no solo lanzan una advertencia con sus ladridos, sino que incluso son capaces de atacar a los intrusos. Muchas casas y negocios cuentan con los perros para protegerse, ¿pero son realmente eficaces?
La respuesta es sí, los perros pueden reforzar la seguridad, pero solamente si han sido sometidos a un entrenamiento especializado, algo que no es frecuente. Cualquier mascota no sirve como perro guardián.
Al respecto, la Policía Nacional del Perú señala que el adiestramiento de un can para que sirva como guardián debe tomar al menos seis meses. En ese tiempo, el perro es instruido para obedecer las órdenes de su amo, afianzar su disciplina y atacar a los intrusos. Es importante también que aprenda a no recibir comida de desconocidos, porque podrían ser envenenados. Respecto a las técnicas de ataque, se les instruye mayormente para buscar los brazos de los intrusos, para tratar de inhabilitarlos y no dejarlos usar sus armas.
Según la PNP, las razas más adecuadas para desempeñar esta función son el pastor belga, el doberman, el rottweiler y el schnauzer gigante. Se trata de canes de buen tamaño y porte imponente que pueden intimidar a los delincuentes.
Cuando está bien adiestrado, un perro guardián se convierte en un vigilante celoso, dispuesto a dar su vida por proteger lo que se le ha encargado. Sin embargo, es importante precisar que el entrenamiento de un perro guardián puede ser incompatible con lo que normalmente se espera de un perro de compañía en casa. Por definición, los perros guardianes están adiestrados para ser agresivos con los extraños y esto puede incluir a las visitas. Por eso, si piensas tener uno, piensa bien en si se adaptará a la dinámica de tu familia y podrás tenerlo bajo control. Si la respuesta es no, es mejor pensar en otros sistemas de seguridad para tu casa.
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