Una percepción sana de nosotros mismos es vital para ser felices, tener relaciones sanas y encarar las dificultades de la vida con decisión.
La autoestima se define como la valoración que tenemos de nosotros mismos y de cómo nos vemos. Esta percepción es clave para determinar actitudes frente a los demás y el modo en que encaramos nuestras metas, frustraciones y problemas.
Además incidirá en lo que consideremos como aspiraciones y logros. Sin duda, se trata de una habilidad social fundamental para sentirnos felices, respetables y dignos.
Según el Ministerio de Salud, las personas que tienen una elevada autoestima son optimistas, se sienten importantes, se quieren, reconocen sus habilidades y limitaciones, toman decisiones y superan la frustración; por el contrario las personas que tienen una baja autoestima son temerosas, no se quieren, tienen dificultades para tomar decisiones y se frustran rápidamente.
La psicóloga española Eva Hidalgo, experta en coaching para la vida profesional y el bienestar personal, revela diez claves para desarrollar una autoestima sana:
1. Vivir el presente. La vida nos da una nueva oportunidad cada día, y si eres capaz de vivir el aquí y ahora, tendrás múltiples ocasiones para aprender nuevos recursos y disfrutar plenamente los buenos momentos.
2. Tener una visión positiva. Cuando la realidad no es óptima existe una salida: cambiar el modo en que se percibe los acontecimientos, aprender de esas vivencias y otorgarle a cada cosa el valor que realmente se merece.
3. Aceptar que se está en continuo desarrollo. Estamos en un aprendizaje continuo, por lo que es totalmente injusto dejar que las decisiones que se tomaron en el pasado pesen tanto en el presente y no nos dejen avanzar.
4. Aceptarse a sí mismo. Cada persona es única e irrepetible, por lo que no sirve de nada compararse con el resto del mundo.
5. Ser responsable, no culpable. Renunciar al concepto de culpabilidad, que siempre va acompañado de los fallos y fracasos.
6. Reconocer los logros y capacidades. Es importante que empieces a reflexionar, recordar y reconocer los logros que forman parte de tu vida y que se han producido gracias a ti.
7. Vivir con propósitos claros y objetivos bien definidos. Marcarse objetivos a corto plazco, reales y alcanzables aporta un buen subidón de autoestima.
8. Salir de nuestra zona de confort. Asumir que la vida trae riesgos, opciones, decisiones, caídas, remontadas, aprendizajes, cambios, y que el letargo de no hacer nada por miedo, se aleja mucho del concepto de vida.
9. Trabajar los pensamientos limitantes y el lenguaje verbal. Los pensamientos negativos proyectados sobre uno mismo destruyen la autoestima, por eso es muy importante sustituirlos por otros más sanos.
10. Hacer deporte. Practicar ejercicio físico de forma continua proporciona una percepción más agradable de uno mismo, fomenta un estado de ánimo positivo y aporta una mayor sensación de felicidad.
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