El Design Thinking es una metodología de gran utilidad orientada a promover la innovación en las organizaciones de una forma adecuada. Solo aquellas empresas que la implementan logran permanecer en el mercado tan saturado de hoy.
¿Has oído hablar del Design Thinking? Si tienes una empresa o negocio seguro que sí. Se trata de una metodología para generar ideas innovadoras, que centra su atención en atender y dar solución a las necesidades reales de los usuarios.
Desarrollar una cultura orientada al Design Thinking (o pensamiento de diseño) es fundamental tanto para las grandes como para las pequeñas empresas. Es la única forma en que las organizaciones puedan seguir siendo relevantes en el mercado actual, sostiene Germán Terán, Profesor de la Carrera de Administración y Negocios Internacionales, de la Facultad de Negocio de la UPC.
Terán nos cuenta el caso de Sears, una empresa estadounidense que desarrolló el primer negocio exitoso de pedidos por correo a escala. Esta empresa se declaró en bancarrota después de más de 125 años en el mercado. En sus últimos años, sucumbió a un mercado minorista completamente transformado liderado por Amazon. El éxito de esta nueva empresa radica en su manera de innovar. Amazon lidera de manera que reduce los costos para los consumidores, pero aumenta la comodidad, la velocidad, la facilidad y la consistencia en la entrega. Sears, en cambio, no logró desarrollar una cultura innovadora y se convirtió en víctima de su éxito pasado, sostiene Germán.
La innovación primero debe tener éxito comercial
No es suficiente tener una nueva idea o imaginar nuevas posibilidades de hacer las cosas, el trabajo real es convertir esas ideas en oportunidades de negocios que sean sostenibles en el tiempo.
Para el docente, uno de los aspectos más importantes es desarrollar una visión en torno al pensamiento perspicaz. “La innovación siempre se basará en nuevos aprendizajes y perspectivas”, sostiene Terán.
Por su parte para Jack Zilberman, Director General de la Facultad de Negocios, es necesario que los estudiantes desarrollen esta clase de habilidades, sumamente requeridas en el entorno global. “Para tener un pensamiento global y una presencia internacional, es importante que los estudiantes tengan rapidez de acción, estén abiertos a nuevas enseñanzas, así como un dominio fluido del inglés, como también un buen acceso y manejo de la información”, añade Zilberman.
Aquellas organizaciones que no buscan encontrar soluciones innovadoras y que carecen de imaginación para ver más allá de sus circunstancias actuales no lograrán permanecer por mucho más tiempo en el mercado. Por eso, es importante que la empresa se arriesgue a hacer cosas distintas y junto a su equipo de trabajo, ir hacia un mismo objetivo.
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