El 60% de los consumidores tiene poder de decisión sobre los productos que adquiere, por lo que los estándares de calidad son cada vez más exigentes.
Hoy en día, los consumidores exigen calidad en cada producto que adquieren. Pero, ¿Qué es realmente calidad? ¿Es cumplir con lo acordado? ¿Es hacer un producto bueno y resistente? En teoría sí, sin embargo, existe un “pero” rotundo ante estas afirmaciones. La calidad va mucho más allá, se basa en el control y la rigurosidad que se tiene en cada uno de los procesos productivos. Por ello, es indispensable conocer bien al consumidor para poder diseñar y fabricar el producto deseado e introducir innovaciones que superen sus expectativas.
Hacer y comprar calidad es un derecho y una responsabilidad, tanto para los productores que deben fabricar el producto, como para el consumidor, que debe exigirlo.
Para darnos cuenta que un producto es de buena calidad, basta con plantear un ejemplo: ¿Pondríamos a nuestros hijos a dormir en una cuna sin calidad, que no garantiza su seguridad? Para dar respuesta a esta interrogante pondremos en acción los tres pilares del Instituto Nacional de Calidad, INACAL, que son los servicios de Normalización, Acreditación y Metrología. Con el primer servicio, el de Normalización, para que la cuna cumpla con todos los requisitos de calidad y seguridad, el productor tendría que elaborarla basándose en las especificaciones precisas que contiene una Norma Técnica; con el segundo servicio, el de Acreditación, se evalúa a los laboratorios que van a realizar las diversas pruebas de ensayo que se encargarán de verificar si el producto elaborado es resistente al peso y a los movimientos del bebé. Estas pruebas de ensayo se hacen antes de que el producto salga al mercado con equipos debidamente calibrados. Esta calibración de equipos, se realiza con el tercer servicio, el de Metrología, que ofrece los patrones oficiales de medición para que estos equipos se encuentren calibrados por los laboratorios acreditados.
La clave está en sostener una “estandarización” de los procesos de producción para que puedan asegurar un resultado estable en el tiempo.
¿Es necesario la calidad para obtener lealtad?
La calidad es un factor indispensable en la vida de los consumidores y la única manera de obtener lealtad es cuando las empresas lanzan sus productos con un valor añadido elevado, es decir, con productos que superen sus expectativas iniciales. Los consumidores asocian la calidad con el producto que adquieren y con el servicio que reciben. Ahora, ellos son los que tienen la decisión en sus manos, y son quienes definen el éxito de un negocio.
La calidad es un derecho y como tal debe ser accesible para todos, por ello, INACAL, al percibir las altas exigencias de los nuevos consumidores, busca promover una cultura de calidad en el país y contribuir a la mejora de la competitividad de las empresas, así como a la protección del ciudadano. Este organismo se encuentra vigente desde el 2014 y brinda un servicio serio, eficaz y oportuno de “alta calidad” y altos estándares.
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