¿Por qué debemos pensar en ahorrar?

Pocas veces pensamos en la importancia que tiene el ahorro. Nos concentramos mucho en responder a gastos de corto plazo y no nos preocupamos en tener un respaldo para afrontar necesidades futuras.

Uno de los principales beneficios que nos proporciona el tener un hábito de ahorro, es tener la capacidad de responder ante emergencias o imprevistos que demandan de hacer gastos. El reservar un porcentaje de nuestros ingresos también nos permitirá acumular un capital para cumplir metas de largo plazo, como por ejemplo, la adquisición de un inmueble, un viaje, el pago de estudios, entre otros.

Ahorro previsional

Entre nuestras metas de largo plazo, contemplamos el objetivo de poder tener una adecuada calidad de vida durante la jubilación. En esa etapa, nos encontramos más vulnerables tanto física como económicamente, por ello, es importante que desde jóvenes comencemos a planificar cómo vamos a afrontar esta etapa y destinar parte de nuestros ingresos mensuales para ahorrarlos en un sistema previsional, de manera que podamos construir un fondo adecuado para recibir una buena pensión durante la vejez.

En nuestro país coexisten dos tipos de sistemas de pensiones. El Sistema Nacional de Pensiones (SNP), se basa en una modalidad de reparto donde los aportes de los afiliados financian las pensiones de los jubilados. Para garantizar una pensión al llegar a la edad de los 65 años, es necesario que el trabajador haya aportado a este sistema por 20 años.

Por su parte, en el Sistema Privado de Pensiones (SPP), el afiliado realiza sus aportes en su Cuenta Individual de Capitalización (CIC), la cual es gestionada por una AFP con el propósito de proveerle rentabilidad. A diferencia del SNP, el afiliado no tiene que cumplir un determinado periodo de tiempo en el sistema para acceder a una pensión; sin embargo, es recomendable que desde joven comience aportar a su CIC para que su fondo tenga más tiempo para crecer y pueda proporcionarle una mejor pensión.

TENER EN CUENTA

Para ahorrar más, es necesario que nuestros gastos no excedan nuestros ingresos.

Armar un presupuesto nos ayudará a tener un mejor control de nuestros ingresos y gastos y, en consecuencia, podemos determinar el porcentaje que podemos ahorrar mes a mes.