Un grupo de jóvenes voluntarios de la región San Martín preparan todos los días almuerzos que son repartidos gratuitamente a los familiares de pacientes que permanecen internados en el hospital de esta ciudad.
La pandemia ha exigido un arduo trabajo del sistema de salud para incrementar su capacidad de respuesta sanitaria. Enfrentar esta enfermedad también ha requerido el compromiso de los familiares de quienes han sido infectados con este virus. De esta manera, a lo largo de los últimos meses, hemos sido testigos de cómo los peruanos se han movilizado a otras regiones y a los exteriores de los hospitales con el fin de velar por sus seres queridos; ya sea para esperar por una prueba, una cama o la actualización de sus estados de salud.
Asimismo, la COVID-19 ha golpeado en todo el mundo, dejando como consecuencia la pérdida irreparable de nuestros seres queridos. Es así como, hace un mes en Tarapoto, un grupo de jóvenes debieron despedirse de su gran amigo: Roger García Córdova, quien falleciera víctima del coronavirus. Sin embargo, ver de cerca la necesidad que pasaban muchas personas mientras esperan noticias de sus familiares, los motivó a llevar a cabo esta iniciativa y dedicar su trabajo solidario a su amigo.
Este colectivo voluntario de la región San Martín entrega diariamente entre 150 y 200 raciones de almuerzos que son preparados con el apoyo de otras personas solidarias. Esta muestra de solidaridad surgió al ver cómo muchas personas de otros distritos y caseríos de la región trasladaban a sus familiares al hospital de Tarapoto y, debido a sus bajos recursos económicos, no podían costear su comida y alojamiento mientras esperan el fin de la hospitalización.
Esta red de voluntariado está integrada por los hermanos Diana y Charly Ypushima Córdova y sus padres, además de Joel Junior, Paolo Viena Gonzales, Roberto Acuña Marín, Rafael Ramírez Amasifuen, entre otros colaboradores que participan en las tareas de cocina, transporte, recepción del apoyo y la compra de recipientes descartables.
Sin embargo, conforme aumenta el número de pacientes que llegan de distintos lugares de la región San Martín, la demanda de alimentos también crece. Por ello, los amigos han convocado a que los ciudadanos puedan contribuir con esta iniciativa, dejando sus donaciones en el mismo frontis del hospital. Además, también han hecho un llamado a Tedy del Águila, alcalde de Tarapoto, para cumplir su promesa de donar alimentos.
Los voluntarios son aplaudidos a diario por realizar esta acción en tiempos tan difíciles y, a menudo, también son felicitados por los mismos médicos. No hay duda de que acciones como la de estos jóvenes son un gran aporte para nuestro país durante esta época de crisis que, sobre todo, ha agravado la difícil situación que ya atravesaban los sectores más vulnerables.
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