Autopista del Norte: Accidentes se redujeron en 50 % gracias a intervenciones en infraestructura de seguridad vial

Durante el 2021 y 2022, se ha logrado una reducción significativa de alrededor del 50 % de accidentes viales en los sectores intervenidos del tramo Pativilca – Santa – Salaverry (carretera Panamericana Norte). Estas mejoras en seguridad vial son el resultado de las acciones realizadas en el marco del Programa de Reducción de Accidentes (PRA), ejecutado por Autopista del Norte (Aunor), la concesionaria de este tramo y unidad de negocio en Perú del grupo internacional Aleatica.

Adoptando el enfoque del sistema seguro, respaldado por instituciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el PRA de Aunor se posiciona como un pilar fundamental en la estrategia de la concesionaria. Esta iniciativa se alinea estrechamente con los principios corporativos de "la seguridad es primero" y "excelencia en el servicio", en los que se fundamenta la filosofía corporativa de Aunor.

A partir de agosto de 2021, el (PRA), implementado por el concesionario, surge como una iniciativa crucial para abordar los puntos críticos de accidentabilidad en la carretera. Este programa, diseñado para un período de 5 años, se centra en la identificación, planificación y monitoreo de mejoras en la seguridad vial en sectores de alta concentración de accidentes. A través de un plan de acción técnico de alto nivel, busca afrontar integralmente la siniestrabilidad en la vía, considerando tanto factores de infraestructura como factores humanos. Se incluyen campañas de sensibilización y cursos gratuitos para conductores sobre seguridad vial y manejo defensivo.

Desde el 2021 hasta finales del 2023, el concesionario Aunor, ha invertido más de S/ 22 millones en sus intervenciones en la vía. Para el 2024, la inversión proyectada es de otros S/ 9 millones más. Cabe destacar que el PRA es una iniciativa propia del concesionario, no incluida en el contrato de concesión con el Estado Peruano.

Intervenciones y resultados:

Como parte de la implementación del PRA, las actuaciones de seguridad vial contemplan medidas de reforzamiento de la señalización vertical existente, instalación de tachas retro reflectivas, implementación de resaltadores laterales de alerta al usuario ante posible inicio de accidentes por despiste, así como bandas transversales alertadoras en determinados puntos con alta probabilidad de ocurrencia de accidentes, sensores de velocidad para informar al usuario de su velocidad de conducción respecto de la permitida, entre otros.

Con las implementaciones del PRA, en sus dos primeros años de ejecución se intervinieron sectores que corresponden a 8 óvalos (Paramonga, Huaraz, Huambacho, Tortugas, Samanco, Chavimochic, Morín y el reciente óvalo Vesique en Chimbote) y 7 sectores de alta siniestrabilidad como son Gramadal, La Virgen, Gritalobos, Playa Grande, Campo Sol y Coscomba). 

Con la implementación de estas mejoras y como resultado del monitoreo de seguridad vial en estos sectores, se aprecia un descenso general de aproximadamente 50 % en cuanto a accidentes viales, respecto al promedio de accidentabilidad de años anteriores.

Intervenciones en el último año:

En el 2023, el PRA continuó ejecutando diversas acciones para mejorar la seguridad vial en la red vial 4, en otros nueve sectores de alta accidentabilidad, que son:

• Tramo de Concentración de Accidentes (TCA) 215: Punto Kilométrico 214 – 216  
• Tamboreros: Punto kilométrico 257 – 262   
• Pampa Las zorras: Punto kilométrico 267 – 270   
• Playuela: Punto kilométrico 285 – 288  
• Villa culebras: Punto kilométrico 309 – 313   
• Gritalobos: Punto kilométrico 342 – 345  
• San Pedrito: Punto kilométrico 410 – 412  
• Clubes campestres: Punto kilométrico 452 – 456 
• Coscomba: Punto kilométrico 477 – 480

Además, se han instalado barreras de seguridad certificadas en cinco sectores de la red vial —Gritalobos, Coscomba, La Horca, Villa Culebras y Tamboreros— como medida de contención, redireccionamiento y reducción de la gravedad de posibles siniestros viales, fomentando condiciones de vías “que perdonan”, es decir, aquellas carreteras que cuentan con los medios para minimizar daños en caso de una salida de vía del vehículo.