El cactus, de unos 4000 años de antigüedad y 30 centímetros de longitud, se encuentra en perfecto estado de conservación y aún mantiene algunas púas.
Un cactus de unos 4000 años de antigüedad, posiblemente de la especie alucinógena San Pedro (Echinopsis pachanoi), sorprendió a un equipo de arqueólogos peruanos al hallarlo en el complejo arqueológico El Paraíso, donde se encuentran los templos prehispánicos más antiguos de Lima.
Cactus perfectamen conservado. El cactus, de unos 30 centímetros de longitud, se encuentra en perfecto estado de conservación y aún mantiene algunas púas, ya que fue deshidratado antes de ser soterrado como parte de una ofrenda en uno de los doce edificios milenarios de la zona.
Primer cactus encontrado. La arqueóloga Dayanna Carbonel, descubridora de la planta, señaló que hasta ahora no se había encontrado un cactus tan antiguo en una excavación arqueológica, "y menos como parte central de una ofrenda", lo que revela que tenía una relevancia importante. Carbonel comentó que posiblemente los habitantes de la época conocieran sus propiedades alucinógenas, pero todavía falta por encontrar las pruebas que acrediten el uso que le daban a la planta, más habitual de encontrar en la costa norte de Perú.
Ofrenda. El conservador de la zona, Santiago Morales, afirmó que el cactus "puede haber sido usado en ceremonias y rituales", pues se encontró en un ambiente anexo a una sala ceremonial de El Paraíso, cuya investigación arqueológica está ejecutada por el Ministerio de Cultura en convenio con el Museo Andrés del Castillo. El cactus también tiene importancia para los investigadores porque en el lugar no hay restos de cerámica, que sí se encuentran en otros yacimientos posteriores, lo que obliga a centrarse en los deshechos de la actividad humana para averiguar el modo de vida de sus habitantes.
Más objetos. Otros objetos relevantes hallados en la zona fueron una honda construida con material vegetal y una porra formada con un palo que atraviesa una piedra horadada por la mitad y atada a este con una soga, lo que "que puede evidenciar algún tipo de actividad bélica". Morales recordó además que el complejo arqueológico cuenta con una docena de edificios en un área de sesenta hectáreas y que hasta ahora solo se excavó parcialmente en cuatro de ellos, por lo que estimó que todavía queda un 95 % por investigar.
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