El trabajo fue realizado por especialistas del Proyecto Qhapaq Ñan y permitió identificar las canteras, con sus respectivos talleres, en los cerros de Quilmaná y Quinta Freno, en Cañete, a unos 150 kilómetros de Lima.
Dos canteras de las que se extraían piedras usadas para las construcciones de la élite durante la etapa final del imperio inca, en el siglo XVI, fueron descubiertas en la provincia de Cañete, en el sur de la región de Lima, informó este sábado el Ministerio de Cultura.
El ministerio destacó, en un comunicado, que estas canteras son, hasta el momento, las únicas identificadas en toda la costa peruana de la etapa final del Tahuantinsuyo (el reino de los cuatro suyos o regiones), el nombre original del Imperio de los Incas.
"Se trata de la primera y única cantera de sillería inca en la costa peruana. El impacto es notable en la arqueología peruana y en la historia local de Cañete", remarcó.
El trabajo fue realizado por especialistas del Proyecto Qhapaq Ñan (camino real de los Incas) y permitió identificar las canteras, con sus respectivos talleres, en los cerros de Quilmaná y Quinta Freno, en Cañete, a unos 150 kilómetros de Lima.
Las investigaciones también han descubierto "toda una red de caminos y senderos relacionados a la producción y movilidad de los bloques de piedra tallados, asociados a fragmentos de cerámica incaica".
Se podría iniciar una ruta de visitas
El ministerio destacó que las canteras pudieron "suministrar este selecto insumo a otros asentamientos", como el gran sitio de Pachacamac, en el sur de Lima Metropolitana, y La Centinela, en la provincia sureña de Chincha.
El descubrimiento de la red de caminos y de las canteras ofrece "valiosas oportunidades" para investigar todo el proceso "relacionado con la tecnología aplicada por los maestros canteros inca, para la extracción, talla y pulido de los bloques líticos que se utilizaron en diversas obras imperiales", agregó.
También permitirá reconocer la importancia que tuvieron los caminos para facilitar el traslado de este material a los diferentes asentamientos incas de los actuales territorios costeros de Perú.
Aunque los estudios están aún en proceso, se consideró probable que los bloques líticos hayan sido trasladados desde Cañete hasta Paredones de Nazca, a más de 300 kilómetros de distancia, a través del denominado "camino de los llanos".
El Ministerio de Cultura informó que "una vez que se proteja y se ponga en valor" el lugar se podrá iniciar una ruta de visitas que se convertirá en un "valor agregado" a la oferta turística que existe en las zonas de Quilmaná, Asia y Cañete.
Los trabajos se realizan en el marco del "Proyecto de Investigación Arqueológica sin Excavaciones del Caminos y Canteras Inca de Cerro Quilmaná", del Proyecto Qhapaq Ñan-Sede Nacional.
Para 2024 ya se han programado dos proyectos de investigación arqueológica en las canteras, con el objetivo de ampliar los estudios y su protección y puesta en valor.
(EFE)
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